América Latina y el Caribe están preparados para un mayor crecimiento en los próximos años, impulsados por el acuerdo alcanzado el viernes por Estados Unidos, Canadá y 10 países para fortalecer las cadenas de suministro regionales, dijo el jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goodfajn.
El funcionario dijo que el banco desempeñará un papel importante en ese crecimiento tras firmar tres nuevos acuerdos con Estados Unidos en las áreas de migración, biodiversidad y medidas para movilizar más inversiones del sector privado.
El presidente estadounidense, Joe Biden, y altos funcionarios de Barbados, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Perú, Uruguay, México y Panamá se comprometieron ayer viernes a profundizar los lazos económicos, con un gran enfoque en la migración, y las cadenas de suministro de energía limpia, suministros médicos y semiconductores.
“Este es un acuerdo que básicamente une a las Américas: a Estados Unidos con los países de América Latina y el Caribe”, dijo. “Es el momento de aprovechar la oportunidad de cambiar las cosas”.
El acuerdo del viernes envió una “enorme señal” a los inversores estadounidenses y a otros que pretenden realizar proyectos en la región, afirmó.
Goldfajn, un ex funcionario del FMI que asumió la dirección del BID hace un año, dijo que la región todavía se enfrenta a muchos desafíos sociales, fiscales y climáticos, pero que la ampliación de la cooperación y la inversión podría ayudar a la región a prosperar – y ayudar al mundo a satisfacer sus necesidades de alimentos, minerales críticos y energía.
Señaló que América Latina y el Caribe produce el 30% de su energía a través de energías renovables, el doble de la media mundial, y alberga dos tercios del litio y el 38% del cobre del mundo. También produce alimentos suficientes para alimentar a 1.300 millones de personas.
El acuerdo del viernes incluía 89 millones de dólares para los esfuerzos del BID por ayudar a los países a afrontar los retos de la migración, incluidos 25 millones de dólares de Estados Unidos y fondos adicionales de Canadá, Corea del Sur y España y el capital ordinario del BID.
También pidió que la Corporación Financiera Internacional para la Defensa de Estados Unidos y BID Invest, el brazo del sector privado del banco, establecieran una nueva plataforma de inversión para financiar proyectos estratégicos de infraestructura a gran escala en América Latina y el Caribe.
Washington también anunció una contribución de 10 millones de dólares a un fondo de donaciones para la biodiversidad del BID.