En la lista figuran Afganistán, Bahamas, Belice, Bolivia, Birmania, China, Colombia, Costa Rica y República Dominicana
Washington presentó ante el Congreso su determinación anual en materia de lucha contra el narcotráfico, en la que identifica a 23 países como productores significativos o puntos de tránsito de drogas ilícitas. En la lista figuran Afganistán, Bahamas, Belice, Bolivia, Birmania, China, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Jamaica, Laos, México, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Perú y Venezuela.
La Casa Blanca aclaró que la inclusión de un país en este listado no necesariamente refleja el nivel de cooperación de su gobierno en la lucha antidrogas. Según el documento, los factores que determinan la designación incluyen ubicación geográfica, rutas de comercio y economía, que facilitan el tránsito o la producción de estupefacientes y precursores químicos, incluso en países que aplican controles estrictos.
Cinco naciones, Afganistán, Bolivia, Birmania, Colombia y Venezuela, fueron además señaladas por incumplir de forma reiterada sus compromisos internacionales en materia de control de drogas en los últimos 12 meses. No obstante, la administración estadounidense indicó que la asistencia a Bolivia, Birmania, Colombia y Venezuela seguirá considerándose pues de interés nacional para EEUU.
El memorando presidencial dedica amplio espacio a la crisis del fentanilo, declarada emergencia nacional por su impacto en la salud pública. Solo en 2024, el país registró más de 200 muertes diarias por sobredosis, convirtiéndose en la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 44 años. Según la Casa Blanca, el reforzamiento de las fronteras ha empezado a revertir esta tendencia, con la primera caída significativa de muertes por sobredosis en más de una década.
En materia de cooperación internacional, el documento reconoce avances en Canadá, que creó la figura de un “zar del fentanilo”, y en México, que desplegó 10.000 efectivos de la Guardia Nacional en la frontera común, realizó incautaciones de precursores químicos y entregó a 29 cabecillas de cárteles a la justicia estadounidense. Washington advirtió, sin embargo, que estas acciones deben sostenerse y profundizarse para erradicar laboratorios y cortar las cadenas de suministro ilícito.
“Mi administración ha trabajado estrechamente con la presidenta Sheinbaum para lograr la frontera suroeste más segura de la historia, salvando vidas y protegiendo a las comunidades del flagelo del fentanilo. Este aumento en los esfuerzos de México debe ser sostenido e institucionalizado”, dice el documento.
Washington advirtió que México aún enfrenta el reto de golpear con mayor fuerza a los cárteles de la droga, sus laboratorios clandestinos, las redes de suministro de precursores químicos y sus finanzas ilícitas. La Casa Blanca anticipó que en el próximo año espera ver acciones más contundentes para desmantelar estas estructuras y llevar a sus líderes ante la justicia.
Estados Unidos anunció que seguirá trabajando con México y otros países para enfrentar las amenazas del narcotráfico de forma conjunta, pero advirtió que actuará de manera unilateral cuando lo considere necesario. La Casa Blanca recordó que la designación de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas le permite usar nuevas herramientas, como sanciones económicas y mayores facultades judiciales, para desmantelar estas redes.
Además, el gobierno implementó restricciones de visas para familiares y allegados de narcotraficantes e insistió en que los países productores y de tránsito deben cumplir sus compromisos internacionales en la lucha antidrogas, advirtiendo que de no hacerlo enfrentarán consecuencias severas.
Respecto a China, el gobierno estadounidense endureció su postura al imponer un arancel adicional de 20% y eliminar el trato libre de impuestos para importaciones de bajo valor, argumentando que el país asiático continúa siendo el mayor proveedor de químicos utilizados para producir fentanilo y otros opioides sintéticos.
El documento también advierte que China sigue siendo uno de los principales proveedores de precursores químicos que alimentan la producción de drogas sintéticas como fentanilo, nitazenos y metanfetaminas. La Casa Blanca instó a Pekín a tomar medidas más firmes y sostenidas para frenar estos flujos y procesar a los responsables de este comercio ilícito.
En el caso de Colombia, la determinación presidencial alertó sobre el récord histórico de cultivos de coca y producción de cocaína bajo el gobierno de Gustavo Petro, así como el incumplimiento de metas de erradicación, lo que, según el documento, ha debilitado años de cooperación bilateral. No obstante, Washington dejó abierta la posibilidad de revertir la designación si el país adopta medidas más contundentes para reducir los cultivos y fortalecer la cooperación judicial.
Venezuela fue calificada como uno de los principales centros de tráfico de cocaína en el mundo, mientras que Bolivia recibió un reconocimiento parcial por el aumento en las incautaciones, aunque se le instó a no convertirse en refugio de organizaciones criminales.
El informe también advirtió que Afganistán sigue siendo un actor clave en la producción de opio y metanfetaminas, cuyos ingresos financian redes criminales y grupos terroristas internacionales.