El programa protegía a inmigrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela
Para frenar la ola migratoria desde la frontera sur de los Estados Unidos, en 2022, el gobierno del ex presidente Biden concedió un “parole humanitario” para los inmigrantes procedentes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, mejor conocido como CHNV por las siglas de las naciones beneficiadas.
A través de este, los inmigrantes que pasaran por un control de seguridad y tuvieran un patrocinador en los Estados Unidos podían vivir y trabajar de manera legal en el país. Hoy, esos permisos han quedado eliminados.
Como parte de su retórica antiinmigrante, este jueves, la administración del presidente Trump envió una notificación a los más de 500,000 beneficiarios del parole humanitario CHNV para informar sobre la revocación de sus beneficios, además de instarlos a abandonar el país lo antes posible, si no han logrado conseguir un estatus legal.
“Este programa fue abusado por la administración anterior para admitir a cientos de miles de inmigrantes ilegales mal investigados”, aseguró la subsecretaria del DHS, Tricia McLaughlin, en un comunicado en el que se lanza contra la administración del presidente Biden y asegura que la revocación del programa es un retorno a las “políticas de sentido común” y a un enfoque de “Estados Unidos Primero”.
La noticia llega luego de que la Corte Suprema diera luz verde al gobierno de Trump para eliminar el programa a finales de mayo. El dictamen fue resultado de una solicitud de emergencia presentada por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem. Según cifras oficiales, el CHNV brindó permiso a cerca de 532,000 inmigrantes para vivir y trabajar temporalmente en Estados Unidos.
“Este aviso es para informarles que su parole ha sido eliminado y también su permiso de trabajo asociado a ese parole. Efectivo inmediatamente”, se lee en las notificaciones.
¿Quiénes estarían a salvo?
De momento, los únicos inmigrantes que están a salvo de la deportación son aquellos que lograron un estatus migratorio o los que cuenten con alguna solicitud de asilo pendiente o una petición familiar.
De hecho, aquellos con permiso de trabajo con código C08, destinado a los solicitantes de asilo, aún pueden seguir laborando, aunque deben consultar con un abogado de inmigración, ya que cada caso es diferente.
