EEH está promediando cobro de energía al 8% de 1.9 millones de facturas

EEH ajó pérdidas en febrero, pero sigue lejos de la meta

El promedio y estimación del consumo de energía en Honduras es uno de los problemas persistentes en la actual concesión de los servicios de medición a la Empresa Energía Honduras (EEH), de capital colombiano-hondureño.

De acuerdo con el informe de gestión del mes de enero, “EEH reporta un incremento de 0.4% en el promedio de consumos, facturando 153.352 usuarios promediados con respecto a diciembre 2019 de un total de 1.875,123 de clientes facturados“.

Esto equivale a 8,18% de clientes con consumo de energía promediado.

Las anomalías que generan mayor cantidad de promedios son: equipo de medición y consumo directo (107.974) y lectura no actualizada (25.381), que equivalen al 87% del total de anomalías que generan aplicación de promedio en el consumo de energía.

Para el mes de febrero de 2020 hubo 159,640 promediados, mayor que en enero 2020 y que diciembre 2019 (153,352 y 152,671 promedios, respectivamente).

EEH indica que la metodología de promedios utilizada es la indicada por ENEE a partir de febrero de 2019, además de falta de equipos de medida y/o cuadrillas de campo.

Según Manitoba International, supervisores del contrato de concesión, “las operaciones y sus recursos destinados los debiera proporcionar EEH, tanto para acciones comerciales como para reducción de pérdidas”.

La falta de medidores y cuadrillas de campo ha impactado los procesos de lectura y facturación, y “no es posible atender los procesos principales de la empresa distribuidora, y se llega al uso de promedios en el consumo de energía eléctrica en cantidad superior a lo esperado en una empresa de este tipo”.

¿Mala medición o promedio?

Al mes de marzo, cuando inició la cuarentena por el coronavirus, se esperaba una reducción en las tarifas, aún las promediadas, en especial en comercios y negocios que han dejado de operar.

Sin embargo, los mismos empresarios han sido los primeros en denunciar que los cobros se mantienen por un servicio que no se está ofreciendo.

Roberto Contreras, propietario de los restaurantes Power Chicken (negocios no autorizados para operar), señaló que las empresas están cerradas desde el 15 de marzo, cuando pagaban entre 100.000 y 200.000 lempiras por restaurante.

“Pero ahora resulta ser que vino el corte de cobro de la energía eléctrica y nos están cobrando la misma cantidad como que si los restaurantes estuvieran abiertos“, denunció.

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