El Departamento del Tesoro de Estados Unidos tomó este lunes su mayor iniciativa hasta ahora para cortar el acceso de Rusia a sus propios activos, con medidas contra el Banco Central de Rusia y el Fondo de Inversiones Directas de Rusia (RDIF), informó la Casa Blanca.
Esto deja a Rusia bajo fuertes presiones diplomáticas y económicas en la segunda semana de su invasión a Ucrania, mientras delegaciones de ambos países conversan de paz, la Asamblea General de la ONU celebra una sesión de emergencia y el rublo se hunde a mínimos históricos.
El Departamento de Tesoro anunció sanciones contra el Banco Central, el Fondo Nacional de Inversión y el Ministerio de Finanzas ruso. EE UU prohibió a los ciudadanos estadounidenses hacer transacciones con estas entidades y congeló los activos del Banco Central de Rusia que estén en EE UU o sean propiedad de una persona estadounidense.
El Tesoro también emitió sanciones contra el RDIF (por sus siglas en inglés), el fondo soberano del gobierno ruso y dos de sus empresas gestoras. El RDIF, asegura el Departamento del Tesoro, maneja y desarrolla relaciones con inversores internacionales. Pero también “es considerado como un fondo reptil”, usado por el gobierno Putin para implementar su “cleptocracia”, según asegura EE. UU.
El Gobierno Biden también sancionó el lunes a Kirill Dmitriev, el CEO del Fondo Ruso de Inversión, al que califica de un “aliado cercano de Putin”. El funcionario, asegura el Tesoro, ha hecho de puente entre universidades y organizaciones estadounidenses con Rusia para encontrar oportunidades económicas.
Uno de los objetivos de estas sanciones, señaló el gobierno estadounidense, es prevenir que el Banco Central de Rusia haga uso de sus reservas internacionales, evadiendo estas medidas que buscan interrumpir “los intentos de Rusia por apuntalar su moneda (…) al restringir los suministros globales del rublo y el acceso a las reservas que Rusia intente intercambiar para respaldar el rublo”, explicó Tesoro en un comunicado.
Después de conocerse las sanciones de EE. UU. , en coordinación con Europa, el rublo, la moneda oficial de Rusia, perdió el lunes un 28,34% frente al dólar, en lo que se califica como una caída histórica, no vista desde 1993.
Funcionarios de la Casa Blanca explicaron que “es claro” que Rusia estaba contando con usar los activos del Banco Central para mitigar los efectos que pudieran venir de las sanciones. Desde que se anunció el sábado que podrían darse acciones contra el Banco Central, la entidad intentó traer de vuelta a Europa los miles de millones de dólares en activos que tiene en el exterior, explicaron los funcionarios. La Casa Blanca calcula que el banco mantiene un equivalente de 630.000 millones de dólares en diferentes monedas, incluso dólares.
EE UU espera que estas nuevas sanciones entorpezcan la habilidad de Rusia de recuperar esos activos.
Entre otras medidas conocidas este lunes, el Reino Unido prohibió a las entidades británicas hacer transacciones con el banco central ruso, el ministerio de finanzas y el fondo de inversión, mientras que Singapur anunció una serie de sanciones que incluyen transacciones bancarias y controles de exportación.
El sábado, Estados Unidos y sus aliados apuntaron a la economía y los sistemas bancarios de Rusia expulsando a ciertos bancos usos del sistema global de pagos interbancarios conocido como SWIFT.
La decisión fue anunciada junto a la Comisión Europea, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania e Italia. Un comunicado expresó que las medidas tienen como objetivo “responsabilizar a Rusia y asegurar colectivamente que esta guerra sea un fracaso estratégico para Putin”.
El funcionario de la administración Biden dijo este lunes que despojar a los bancos rusos del SWIFT será sentido inmediatamente por Moscú, y que Washington está preparado para ir más lejos si Moscú lo hace.