El Banco Central de Honduras (BCH) informó que a octubre 2019, el Indice Mensual de Actividad Económico (IMAE) reporta un incremento de 2,7 por ciento, 1% menos que el registrado en 2018 a ese mismo mes.
El crecimiento interanual, (de octubre de 2018 a octubre 2019), es de 2,3%.
La caída de la producción nacional es congruente con las nuevas proyecciones internacionales que estiman un crecimiento de 2,9% para Honduras, este año.
La principal razón de la baja económica es la caída de -1,2% de la actividad en el sector agrícola, principalmente por los bajos precios del café y otros cultivos.
Se mantiene la mayor actividad financiera, sector eléctrico, industria manufacturera, telecomunicaciones, construcción y comercio.
Agricultura a la baja
La Agricultura, Ganadería, Silvicultura y Pesca disminuyó -1.2%, contrario al crecimiento de 2.1% alcanzado a octubre de 2018. Este sector es el que más empleo directo genera en el país y su reducción explica el menor crecimiento de la economía.
La menor producción agrícola fue ocasionada por las pérdidas en: cultivos de granos básicos (maíz), por falta de lluvias; cultivo de café, por el desincentivo de los productores, dada la caída del precio internacional.
Banano, reflejado en la disminución en los volúmenes exportados: y palma africana, por menor rendimiento agrícola ante las condiciones climáticas desfavorables, señala el IMAE.
Sin embargo, incidió positivamente la producción de tubérculos y hortalizas y frutas (melones y sandias) Finalmente, la contracción de -3.5% en la pesca, obedece a la reducción en el cultivo de camarón, debido a la falta de lluvias que afectaron los niveles de salinidad del agua
Más energía, banca y construcción
Los sectores que mantiene crecimiento este año son los de: Intermediación Financiera, Seguros y Fondos de Pensiones con 7,8% (6.4% en 2018), seguido de Electricidad con 7% y la construcción privada con 5,6%
Los bancos mantienen su buen ritmo de ganancias , mientras la generación de energía tiene un repunte de las fuentes térmicas (bunker y diésel), favorecidos por menores precios internacionales.
Entre tanto, la construcción privada fue impulsada por la edificación residencial, ante las facilidades brindadas por los programas gubernamentales para la adquisición de viviendas.