Mientras el Gobierno sigue aprobando fideicomisos y contratos de energía, sin licitación, las finanzas de la estatal de energía mantienen un desfase financiero de más de 62.200 millones de lempiras, casi el doble de su presupuesto anual. Además la intervención Ejecutiva ha disparado el endeudamiento a largo plazo en un 41%.
Según el balance financiero al 31 de marzo, el déficit acumulado es de 62 mil 515 millones de lempiras, un aumento de 5.143 millones (8,9%) en relación a marzo de 2020. Sólo la perdida acumulada en el primer trimestre fue de “1.146 millones de lempiras”, con una proyección de más de 4.500 millones para el cierre de diciembre.
No hay que olvidar que en el segundo semestre del 2020, la ENEE recibió unos 600 millones de dólares (14.500 millones de lempiras) en Bonos Soberanos que deberían haber reducido la deuda con proveedores, sobre todo con los generadores de energía.
Si bien es cierto que las cuentas por pagar con los proveedores se redujo en “5.672 millones de lempiras”, entre marzo de 2020 y marzo de 2021, la misma aún supera los “9.426 millones de lempiras”. La Comisión Interventora de la ENEE, aún no informa sobre el uso de los fondos recibidos por Bonos Soberanos.
Deuda a largo plazo aumenta 41%
El balance financiero también destaca el cambio de plazo de la deuda externa e interna.
Mientras la deuda a corto plazo se redujo en 3.747 millones (de 10.616 millones a 6.868 millones de lempiras), el crédito externo e interno a largo plazo se incrementó en “15.315 millones de lempiras”.
Esto representa un 41% de aumento, al pasar de 36.606 millones a 51.921 millones de lempiras.
A pesar de las delicadas cifras, el Congreso Nacional mantiene en “carpeta” de aprobación varios contratos de energía y construcción de represas que no han sido licitados. La Secretaría de Energía también prepara una licitación internacional de 450 megavatios que impactará en las finanzas de la ENEE y presionará el aumento de las tarifas al consumidor.