La aerolínea mexicana Interjet ha sido formalmente declarada en quiebra. El juez Saúl Martínez Lira, magistrado segundo de Distrito en Materia de Concursos Mercantiles en la Ciudad de México, ha abierto la etapa de bancarrota y con ello se ordena también el remate de sus bienes para pagar a sus acreedores.
En la sentencia, el juez ha ordenado que en esta venta se procure “obtener el mayor producto posible por su enajenación, a fin de hacer el pago a los acreedores”. La bancarrota de la aerolínea mexicana se formaliza tras meses en la cuerda floja y continuas promesas de los directivos por reflotar las maltrechas finanzas que sumaban pasivos por unos 1.250 millones de dólares.
La debacle de la empresa provocó que sus 5.000 trabajadores declararan una huelga, así como un alud de demandas de viajeros a los que se les dejó varados y sin reembolsos.
La aerolínea mexicana deberá poner a disposición del conciliador Gerardo Sierra los libros y registros de la empresa previstos en la Ley de Concursos Mercantiles. La resolución indica, además, que queda suspendida la capacidad de ejercicio de la empresa sobre los bienes y derechos que integran la masa concursal. Además, se ordenó la entrega al síndico de los bienes con excepción de aquellos inalienables, inembargables e imprescriptibles.
Desde diciembre de 2020, Interjet suspendió decenas de viajes ante la falta de recursos para poder operar. Una mala administración interna y la crisis económica provocada por la pandemia dejaron sin opciones a la empresa. Las primeras señales de alerta ocurrieron desde 2019 con el cierre de rutas, luego llegó el desmantelamiento de su flota, en menos de dos trimestres la aerolínea pasó de tener 68 aeronaves a solo siete.
En plena crisis interna, la familia Alemán cedió el control de la aerolínea a Alejandro del Valle, sin embargo, el cambio de timón no logro frenar los despidos, el impago de nóminas y la debacle operativa. En enero de 2021, ya sin aeronaves en los cielos, sus trabajadores estallaron la huelga denunciando retrasos en el pago de sus salarios e incumplimiento en el pago de sus prestaciones.
A la denuncia colectiva de sus empleados se sumaron demandas colectivas e individuales de pasajeros que alzaron la voz por la cancelación unilateral de vuelos y cobros indebidos. A finales del año pasado, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) dio a conocer que, tras una pelea legal, un juez ordenó que la compañía deberá pagar unos 144 millones de pesos a 7.000 viajeros que denunciaron entre 2018 y 2020 numerosos fallos de Interjet.
Los problemas cercaron a Interjet por varios frentes a finales de 2020, además del impacto de la crisis de la pandemia en las operaciones, la aerolínea low cost comenzó a engrosar sus adeudos de combustible, nóminas e impago de impuestos.
Los directivos de Interjet afirmaron, en un primer momento, que seguían trabajando para llegar a un acuerdo con sus acreedores y con nuevos inversionistas para poder volver a volar. Sin una propuesta firme sobre la mesa ni la concreción de una inyección de capital, el juez Martínez Lira ha oficializado el desenlace que se veía más probable para la aerolínea mexicana: la bancarrota. Así, la debacle de Interjet, rubricada este lunes ante un juzgado, se suma a la quiebra reciente de otra aerolínea mexicana regional, Aeromar.