Donald Trump podría ser el primer expresidente de Estados Unidos en enfrentar un proceso penal. El fiscal de Manhattan, Alvin Bragg, sería el encargado de anunciar la posible acusación vinculada a un supuesto pago a la estrella porno Stormy Daniels durante la campaña presidencial de 2016. ¿Cómo sería el proceso?, ¿por qué marcaría la historia de Estados Unidos?
En la ciudad estadounidense no se puede esconder la tensión desde el fin de semana cuando Trump sorprendió al avisar que sería “arrestado” este martes. Acto seguido, llamó a sus seguidores a protestar. Unas declaraciones que revivieron el temor de repetir escenas como las de la toma del Capitolio el 6 de enero de 2021, luego de unos llamados similares del magnate después de asegurar, sin pruebas, que las elecciones presidenciales habían sido fraudulentas.
Nueva York se resiste a vivir el temor que se extendió por Washington. El alcalde de la ciudad, Eric Adams, declaró que la Policía estaba monitoreando las redes sociales y vigilando las “acciones inapropiadas”.
Pero a pesar de los distintos llamados a la calma ―el Departamento de Policía de Nueva York dijo que no se conocían amenazas creíbles― la urbe sería el lugar al que Trump tendría que desplazarse para hacerse la toma de sus huellas dactilares y otros tipos de procedimientos que se derivarían de ser acusado. Otra escena al mejor estilo de Hollywood, a las que el expresidente está más que acostumbrado y que marcaría un nuevo hito en la historia política de Estados Unidos.
Una acusación histórica
Nunca antes un expresidente o presidente de Estados Unidos ha sido acusado formalmente en un proceso penal. Bragg tiene en sus manos el que podría ser el primer caso criminal en contra de un exmandatario.
El Departamento de Justicia estadounidense prohíbe la acusación federal de un presidente en el cargo. Pero el caso de un expresidente es diferente. Dos años alejado de la Casa Blanca dejan a Trump sin ese “escudo legal”, tal como afirma ‘The Washington Post’ (WP).
El medio asegura que “la decisión de acusar al expresidente Donald Trump por los pagos de dinero secreto realizados en su nombre durante su campaña presidencial de 2016 recae en un gran jurado de Manhattan que ha estado escuchando pruebas en secreto durante semanas”.
Además de su carácter histórico, la acusación llegaría en un momento tenso para el líder republicano. Trump ha asegurado querer lanzarse a la carrera presidencial para las elecciones de 2024 y se enfrenta a múltiples investigaciones en su contra.
El Departamento de Justicia está indagando el caso de Mar-a-Lago, la mansión del expresidente en Florida, donde supuestamente retuvo unos documentos gubernamentales. En paralelo, Trump está siendo investigado por su responsabilidad en la insurrección del 6 de enero de 2021.
Además, un jurado especial en Georgia apunta a que Trump pudo haber interferido en las elecciones del estado de 2020.
A pesar de las investigaciones en curso, todo parece indicar que será el fiscal de Manhattan el que marque el primer antecedente de ese estilo en la historia del país.
¿De qué se acusaría a Trump?
Bragg acusaría a Trump por un delito relacionado a su pago de 130.000 dólares a la actriz de películas pornográficas Stormy Daniels justo antes de las elecciones de 2016. Una transacción que habría buscado proteger la imagen del entonces candidato presidencial y encubrir una supuesta aventura extramatrimonial.
En el centro del meollo está su exabogado, Michael Cohen, quien fue el encargado de enviar el dinero de Daniels. En 2018, Cohen se declaró culpable de violación en el financiamiento de campañas federales y admitió que ayudó a organizar la transacción.
Tal como resalta ‘The New York Times‘ (NYT)― citando el expediente judicial de Cohen—, la Organización Trump reembolsó al profesional un monto “en el transcurso de 2017”.
El medio asegura que “el negocio de Trump ocultó el verdadero propósito de los pagos, según el documento, al registrarlos como si fueran para un anticipo legal que no existía”.
Y añade: “Es probable que una condena dependa de que los fiscales demuestren que Trump reembolsó a Cohen y falsificó registros comerciales cuando lo hizo, posiblemente para ocultar una violación de la ley electoral”.
Los cargos específicos que caerían sobre Trump todavía están por verse. Pero implicarían la supuesta falsificación de registros comerciales, que se deriva de que Trump enumeró sus reembolsos a Cohen como ‘gastos legales’”. Un segundo delito, podría estar ligado a “la violación del financiamiento de la campaña federal establecida por Cohen”.
Queda por ver, asegura el medio, “si la ley de Nueva York permite que el delito relacionado sea federal o si tiene que violar una ley estatal”.