Créditos de carbono resultan “ineficaces” según nuevo estudio de la ONU

Los créditos de ese tipo estarían restando iniciativas a las grandes empresas para cumplir los ODS

La iniciativa Science Based Targets, Sbti, de la ONU, que regula de facto los objetivos del sector privado en materia de emisiones de CO2, ha calificado de “ineficaz” un instrumento financiero que utilizan varias grandes empresas para respaldar sus declaraciones sobre emisiones, y ha afirmado que su revisión de estudios realizados por terceros indica que “varios tipos de créditos de carbono son ineficaces a la hora de obtener los resultados de mitigación previstos”.

Es más, el uso de créditos de carbono por parte de las empresas podría paralizar los esfuerzos de descarbonización y reducir el flujo de financiación para el clima, afirma el Sbti en un informe publicado el martes.

Es probable que el informe repercuta en el mercado de compensaciones de carbono, ya contaminado por acusaciones de lavado verde. En abril, el propio consejo de administración de Sbti fue objeto de controversia al parecer sancionar un mayor uso de los créditos de carbono, lo que provocó el aplauso de los participantes en el mercado de compensaciones, pero las críticas de científicos del clima y grupos ecologistas.

Alberto Carrillo Pineda, director técnico del Sbti, declaró en una entrevista que el objetivo de la revisión es “aportar un enfoque más matizado” a un tema que ha suscitado “posiciones muy arraigadas y polarizadas”.

Cuando se hace bien, un crédito de carbono representa una tonelada de emisiones de CO2 que se han eliminado de la atmósfera -o no se han añadido a ella-, normalmente generadas por proyectos forestales o de energías renovables.

La demanda de este tipo de créditos -un mercado que Bloomberg ha calculado que podría crecer hasta US$1 billón desde los aproximadamente $2.000 millones actuales- surge de la constatación de que las empresas tendrán dificultades para lograr los recortes de emisiones necesarios para cumplir el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 ºC. “Estos instrumentos pueden tener valor si se utilizan de la forma adecuada, y también si incentivan los resultados correctos”, afirma Pineda.

Actualmente se están realizando esfuerzos de alto nivel para abordar los riesgos asociados al comercio de créditos de carbono. Entre ellos, las nuevas directrices estadounidenses para restablecer la confianza en el mercado voluntario de carbono (MVC), del que la Secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha dicho que puede convertirse en un “poderoso aliado” contra el cambio climático si se hace bien.

La Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas de EE UU también está ultimando sus orientaciones sobre los créditos de carbono, y se espera un reglamento para finales de año.

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