Credit Suisse y Deutsche Bank, en riesgo de quiebra

El Credit Suisse, con problemas de pérdidas

Uno de los bancos más grandes del mundo podría entrar en quiebra: el Credit Suisse. El indicador de riesgo crediticio de la compañía subió a máximos, mientras que sus acciones tocaban mínimos históricos, cayendo hasta 12% en las operaciones de Zúrich. Este año, la entidad ha reducido más de la mitad de las acciones, por lo que ya se valora por menos de $10.000 millones.

Ulrich Koerner, quien fue nombrado director ejecutivo a finales de julio de este año, ha tratado de tranquilizar a los empleados e inversores destacando la solidez y liquidez del banco. Sin embargo, las pérdidas se hacen cada vez más evidentes, pues apenas se reabrieron las operaciones este lunes, los inversionistas se apresuraron a vender.

Credit Suisse no es el único banco que registra pérdidas. En el DAX, el Deutsche Bank es el título que más desciende, con una caída de 4,4% aproximadamente. Esta no ha sido la única caída significativa de la compañía, pues en 2016 pasó por otro de sus peores momentos con una disminución de hasta 8%.

Estos bancos se podrían convertir en el próximo Lehman Brothers, entidad que tuvo que cerrar operaciones en 2008 tras declararse en insolvencia financiera con un pasivo de $430.000 millones, lo que generó una de las peores crisis financieras del mundo: la gran recesión. La entidad les apostó a las hipotecas subprime, las cuales se entregaban a clientes pocos solventes en medio de un panorama corrupto que provocó que el reconocido banco perdiera 95% de su valor en Wall Street.

Un común denominador de las quiebras de la mayoría de los grandes es que cierran antes o durante una gran crisis financiera, como el caso de Lehman Brothers en 2008 en medio de la burbuja inmobiliaria, así como en 1987, cuando sucedió el conocido “Lunes Negro”, cuando la Bolsa de Nueva York (Nyse) se desplomó debido al déficit comercial, la alta inflación, la subida de las tasas de interés por parte de los bancos centrales del mundo y la guerra entre Irán e Irak. En ese año, 184 entidades tuvieron que cerrar, entre ellos el Republic Bank Corporation of Dallas.

En 1990 cerró uno de los principales bancos liderados por afroamericanos, el Freedom National Bank debido al incumplimiento de los pagos de préstamos.

En Reino Unido, Barings Brothers cerró en 1995 tras registrar pérdidas por $1.280 millones; mientras que, en Japón, el Banco de Crédito a Largo Plazo tuvo que cesar en 1998, lo que causó la quiebra de 141 empresas.

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