El Banco Mundial lamentó el alto costo del envío de remesas hacia Latinoamérica, a pesar de ser “un dinero crucial para el desarrollo” de estas naciones.
Según la última “Reseña sobre migración y desarrollo”, el BM evaluó el costo de envío de remesas en las distintas regiones.
“Gracias a la tecnología y el desarrollo de Internet muchos inmigrantes pueden hablar con sus familias gratis pero mandarles dinero es aún muy costoso porque hay poca competencia entre proveedores y una interoperatividad transfronteriza inadecuada“, señala el Banco Mundial.
El organismo admite que los datos no son del todo completos por la existencias de canales informales como es llevar el dinero en mano cuando los emigrantes vuelven a sus países.
Pero destaca que pese a su importancia para familias y países de bajos o medianos ingresos, el costo de una transacción de 200 dólares en en el cuarto trimestre de 2023 fue del 6,4% (12,8 dólares). Donde más caro es mandar este dinero es al área de África Subsahariana, países como Gambia, Lesoto o Cabo Verde. A estos países se les aplica una media en comisiones es del 7,9% (casi 16 dólares por cada 200 enviados).
En las remesas a América Latina el costo medio fue del 5,9% (11.8 dólares por mandar 200 dólares). Las comisiones en esta región se quedaron igual a las que había hace un año pero en términos globales no solo han subido ligeramente sino que además se separan aún más del objetivo de desarrollo sostenible de la ONU que es del 3%.
El economista del Banco Mundial, Dilip Ratha, dice que el objetivo de esta institución es “reducir los costos facilitando flujos formales reduciendo riesgos políticos y comerciales que promuevan la inversión privada en el sector”.
Los costos son mucho más reducidos (5%) en transacciones digitales que en las que no lo son (7%). Los bancos siguen siendo lo canales más costosos para estos envíos con una media de costo del 12% que se rebaja al 7,7% si la transacción se hace en una oficina de correos.
Los operadores de transferencias suelen cobrar alrededor del 5,5% y los operadores móviles, un punto porcentual menos. Son las más baratas pero según datos que maneja el Banco Mundial solo suponen el 1% del volumen total.
Los envíos de remesas no solo tienen un impacto positivo en las cuenta corrientes de los países receptores sino que además suponen un alivio para la inseguridad alimenticia y la deuda. El caso más extremo es la isla de Tonga, donde este dinero que llega de los migrantes supone el 41% del PIB.
Ratha, explica que aprovechar las remesas “para la inclusión financiera y el acceso al mercado de capitales puede mejorar las perspectivas de desarrollo de los países receptores”.