Autoridades de Costa Rica y Panamá inauguraron este martes un puesto fronterizo terrestre en Paso Canoas en el cual operarán 19 instituciones de ambos países y que pretende agilizar el comercio, el turismo, el transporte de pasajeros y ejercer mejores controles migratorios.
Las instalaciones, de 14.000 metros cuadrados y ubicadas en la localidad fronteriza costarricense de Paso Canoas, fueron edificadas con 33 millones de dólares provenientes de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y contemplan espacios para aduanas, migración, policía, servicio fitosanitario, dependencias agropecuarias y logísticas de ambos países.
El Centro de Control Integrado Paso Canoas funcionará con procesos digitalizados como única parada de control por parte de usuarios y transportistas que salen de Panamá e ingresan a Costa Rica, lo cual agilizará los trámites y el movimiento de los alrededor de 200 camiones de carga y 800 personas que diariamente cruzan la frontera desde suelo panameño.
El 77% del comercio entre Panamá y Costa Rica, que en el año 2023 fue de 700 millones de dólares, se realiza por vía terrestre con un promedio de 815 personas y 227 unidades de transporte que transitan diariamente por el puesto fronterizo de Paso Canoas, de acuerdo con datos del Gobierno panameño.
Panamá también está construyendo un centro de control similar en su territorio en la localidad de San Isidro, el cual funcionará a finales de 2024 como el único puesto de control para los camiones y las personas que salen de Costa Rica con destino a Panamá.
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, subrayó en un acto protocolario los lazos de amistad históricos que unen a su país con Panamá y señaló que ambos países han apostado por el comercio para generar desarrollo a sus habitantes.
“Esta obra es un modelo a seguir para muchos países de América Latina. La evidencia es que sí podemos avanzar y lo estamos haciendo a paso firme”, aseguró Chaves, quien comprometió su palabra en el sentido de que este puesto de control habrán escáneres para evitar el ingreso de drogas a Costa Rica.
El gobernante costarricense remarcó que “aquí van a haber escáneres (…) vamos hacer lo que haya que hacer, dentro del marco de la ley, a pesar la contra, a pesar de que hay gente que quiere que a nuestro territorio entre y que de nuestro territorio salga el veneno de la cocaína con el cáncer asociado al narcotráfico y al crimen internacional”.
Las nuevas instalaciones, ubicadas en territorio costarricense y que comprenden 14.000 metros cuadrados, suponen una inversión de 33 millones de dólares y contemplan edificios para aduanas, migración, policía, servicio fitosanitario, entre otras dependencias.
Por su lado, el presidente panameño, Laurentizo Cortizo, resaltó el espíritu de cooperación bilateral en temas de fronteras para enfrentar retos comunes en seguridad, migración, combate al narcotráfico y al contrabando.
“La modernización de los procesos aduaneros y de control fiscal brindan mayor eficiencia en el intercambio comercial, impulsando el crecimiento”, manifestó Cortizo, quien reiteró el compromiso de su país de impulsar acciones conjuntas con Costa Rica para promover una política migratoria “segura, ordenada, regular y humanitaria en la frontera”.
El desarrollo de esta infraestructura es parte del “Acuerdo marco para implementar sistemas de control integrado binacional en los puestos fronterizos entre Costa Rica y Panamá”, instrumento vigente y ratificado por ambos países en 2019.