Existe una estrecha relación entre el Producto Interno Bruto (PIB) y el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE); no obstante, existen diferencias metodológicas para la medición de ambos indicadores de la economía.
Primero la Cobertura, el IMAE es un indicador de volumen de producción, que refleja las variaciones de cantidad de un subconjunto representativo de actividades económicas, pero no de los precios asociados a esas actividades. Caso contrario, el PIB, recoge el movimiento de la producción de todas las actividades económicas en términos de valor, volumen y precio; así como los costos asociados al proceso productivo.
Temporalidad, el IMAE se presenta de forma más oportuna (45 días), ya que su objetivo es contar con estimaciones de la evolución de la producción en el corto plazo (mensual), esto lo convierte en una herramienta útil para los formuladores de políticas económicas; mientras que el PIB, debido a la rigurosidad en la metodología de cálculo y fuentes de información, es el que provee la tasa del crecimiento económico real de un país y la riqueza generada -en términos nominales- en un trimestre o un año; aunque, se obtiene con un rezago de 90 días para el trimestral y 15 meses para el anual.
La función del IMAE, es adelantar la trayectoria que podría tener la producción, calculada mediante la evolución de un conjunto de indicadores representativos de actividad económica; mientras que el PIB, tiene mayor robustez, puesto que mide y contrasta el total de la oferta con la demanda agregada, en valores corrientes (precios del año actual) y constantes (precios del año base o referencia), utilizando diversas fuentes de información, entre ellas el IMAE, las transacciones con el comercio exterior, el sector privado y público; entre otras.
En base a lo antes expuesto, el objetivo del IMAE como indicador de coyuntura es estimar la tendencia o trayectoria en un período determinado de la actividad económica; por su parte el PIB, mide la magnitud del total de la producción de un país y el desempeño real de la economía; por lo tanto, las tasas de variación difieren entre ambos indicadores.