Si hay un indicador que permite conocer la pobreza de un país, este sería el costo promedio per cápita (por persona) de la canasta básica. Esto, confiando en que la medición de precios (inflación) sea realista.
Según la Secretaría del Trabajo, a través de la Dirección General de Salarios, en septiembre el costo promedio per cápita de la canasta básica de alimentos (CBA) fue de “2.177 lempiras con 83 centavos”, menos de 90 dólares.
Aunque parece bajo, el valor es 18,6% más alto que en septiembre del año pasado (1.836 lempiras). El ente estatal toma como base del precio el comportamiento de la inflación alimentaria que mide el Banco Central.
Para estimar el costo de una canasta básica en la medición de la pobreza se tiene en cuenta el gasto total en consumo de alimentos que debe alcanzar en promedio 2.200 calorías diarias por persona y se considera la cantidad de gramos por productos multiplicada por el precio de estos, según la metodología usada por las autoridades.
El costo de la CBA utiliza como insumo los precios promedios ponderados de los 30 productos de la canasta básica de alimentos contenidos en la investigación económica que realiza el Banco Central de Honduras para la medición periódica de las variaciones de precios del IPC para el área urbana y el área rural.
La canasta alimenticia que monitorea el BCH comprende lácteos, carnes, huevos, aceites vegetales, frutas, verduras, leches y tortillas, entre otros.
Para muchos, es imposible comer un mes con ese monto de 2.177 lempiras, pero es una metodología internacional que indica las líneas de pobreza de un país y por ello el mínimo alimento para sobrevivir. Siete de cada 10 hondureños viven en pobreza y cuatro de ellos en pobreza extrema.
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