La propuesta del Gobierno de derogar la exoneración del pago del 15% de Impuesto Sobre Venta a los servicios de la construcción tendrá un fuerte impacto en el sector y de manera directa en quiénes quieran construir una vivienda o cualquier obra.
El gerente general de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), Silvio Larios, dio como ejemplo la construcción de una vivienda valorada en un millón de lempiras, que tendría que pagar “150.000 lempiras de impuesto, es decir que costaría un millón 150.000 lempiras que pagaría la persona particular. Imagínese una construcción de 10 millones de lempiras, sería 1.5 millones en impuesto, eso es impensable”, dijo el directivo.
“Cuánta gente está luchando por construir su casa que saca créditos para construirla o comprarla, y ahora va a tener menos posibilidad de acceso porque le va a elevar los costos a un 15% de manera directa en casi todos los servicios para poder construirla”, agregó.
Con mayores precios de las obras se reducirá la demanda y con ello la actual recuperación de la industria de la construcción, uno de los mayores generadores de empleo en el país.
“Esa reforma que pretende el Gobierno afectará a muchos sectores se pararían los planes de construir viviendas, puentes, carreteras, acueductos, alcantarillados vámonos más para allá lo que son las represas de agua que tanto queremos ocupar, sistema de riesgo todo se va haber afectado entonces, la capacidad que va a tener el gobierno para hacer inversión pública se va recortada, se verá limitada”, opinó.
Además se agrega la aplicación del pago del impuesto sobre la renta a los contratistas, lo que elevaría los costos hasta un 35%.
Las reformas planteadas también agrega el impuesto a los servicios bancarios (grandes prestamistas a la construcción), que podría gravar el ingreso de remesas, según advierten diputados del Partido Nacional en oposición.
Sin embargo, las remesas no son bienes ni servicios y por ello no aplica el ISV.