China está considerando un aumento de 6 billones de yuanes (850.000 millones de dólares) en sus bonos del tesoro especiales durante los próximos tres años, con el objetivo de revitalizar su debilitada economía mediante un mayor estímulo fiscal, según un reciente informe de Caixin Global que cita fuentes familiarizadas con la situación.
Esta medida se alinea con el anuncio del Ministro de Finanzas, Lan Foan, el sábado, de que Pekín tiene la intención de “aumentar significativamente” su deuda para estimular la actividad económica. Sin embargo, inicialmente no se proporcionaron detalles específicos sobre el volumen y el calendario, lo que dejó a algunos inversores ansiosos por obtener más información.
La discusión sobre deuda adicional surge en medio de cifras económicas decepcionantes, incluyendo datos de comercio y nuevos préstamos para septiembre. Estos resultados han avivado las preocupaciones de que China podría no alcanzar su objetivo de crecimiento de alrededor del 5% para el año en curso y podría enfrentar desafíos para combatir las presiones deflacionarias.
El gobierno ya ha introducido estímulos monetarios y medidas para apoyar al sector inmobiliario a finales de septiembre, seguido de un compromiso del Politburó para garantizar el “gasto necesario” para volver a encaminar el crecimiento.
Los mercados financieros han estado especulando sobre el tamaño potencial del paquete fiscal, con las acciones chinas alcanzando recientemente máximos de dos años en anticipación, antes de retroceder debido a la falta de información oficial. Al martes, el Shanghai Composite y el índice de blue chips CSI300 experimentaron una disminución de alrededor del 0,3%.
Los analistas creen que los 6 billones de yuanes propuestos en deuda adicional podrían estabilizar el crecimiento. Bruce Pang, economista jefe para China en Jones Lang LaSalle, sugiere que esta medida aumentaría significativamente la probabilidad de alcanzar el objetivo de tasa de crecimiento en 2024 y 2025.
Se espera que los fondos de la nueva emisión de deuda ayuden a los gobiernos locales a gestionar sus deudas no declaradas, según informó Caixin. La cantidad equivale a casi el 5% del PIB de China. El Fondo Monetario Internacional ha estimado la deuda del gobierno central de China en un 24% del PIB, pero al incluir la deuda de los gobiernos locales, la deuda pública total asciende a alrededor de 16 billones de dólares, o el 116% del PIB.
Los gobiernos locales de China han experimentado una disminución en los ingresos debido a una desaceleración en el sector inmobiliario desde 2021, lo que también ha impactado la actividad de consumidores y empresas. El modelo económico del país se ha caracterizado por su dependencia de los mercados externos y las inversiones impulsadas por la deuda en infraestructura y manufactura.
Se prevé que el estímulo fiscal planeado proporcione subsidios a familias de bajos ingresos, apoyo a los gobiernos locales endeudados y al mercado inmobiliario, así como capital adicional para los bancos estatales.
El primer ministro Li Qiang mencionó en la reunión anual del parlamento en marzo que el gobierno comenzaría a emitir bonos del tesoro especiales a ultra largo plazo este año, para ser utilizados en proyectos estratégicos nacionales importantes.