BBVA ha convertido su oferta amistosa de fusión sobre Banco Sabadell en una OPA hostil, según acaba de confirmar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España.
Tras el rechazo del Consejo de Administración de Sabadell, el banco presidido por Carlos Torres ha decidido aprovechar que la entidad presidida por Josep Oliu no cuenta con un núcleo duro de accionistas ni con un accionista de control, por lo que ha decidido dirigir su oferta directamente al mercado.
El éxito de la oferta está condicionado a la aceptación de más del 50,01% del capital.
Los términos económicos son los mismos que los ya conocidos. El banco ofrece 1 acción de nueva emisión de BBVA por cada 4,83 acciones de Banco Sabadell. Tras la fusión, los accionistas de Sabadell tendrían un 16% de participación de la entidad resultante.
BBVA atendería el canje de las acciones mediante emisión de nuevas acciones ordinarias, cuya suscripción estará reservada a los titulares de acciones de Sabadell. El valor final de la oferta, por tanto, estará sujeto a la evolución en bolsa de las acciones de BBVA y Sabadell hasta que la oferta sea firme.
Recordamos que el Consejo de Sabadell rechazó esta propuesta, al considerar que “infravalora” su proyecto y sus “perspectivas de crecimiento como entidad independiente”. Falta por ver cuál será la respuesta del Consejo de Sabadell a este movimiento hostil por parte de su competidor.
Los detalles de la oferta
En el documento enviado al regulador, BBVA ha precisado que “la CNMV no autorizará la oferta hasta que se le acredite la obtención, expresa o tácita, de la no oposición del Banco Central Europeo”.
La entidad también ha indicado que “la concentración económica resultante de la oferta deberá ser notificada a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y requiere la autorización expresa o tácita de la Administración española conforme a lo dispuesto en la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la Competencia”.
“El cierre de la operación se llevaría a cabo en un periodo de entre seis y ocho meses, una vez reciba las autorizaciones necesarias”, ha indicado BBVA, que tras la oferta “mantendrá su actual política de remuneración a los accionistas”; y que supone repartir entre el 40% y el 50% del beneficio en efectivo y recompras de acciones.