La transnacional de alimentos Cargill podría invertir 1.000 millones de dólares en América Latina en los próximos cinco años, aprovechando las condiciones políticas favorables en países claves de la región.
Con presencia en Centroamérica, la firma aseguró que mantendrá su operación en Venezuela pese a las dificultades actuales.
David MacLennan, presidente y director ejecutivo del operador global de materias primas y procesador de alimentos, destacó las condiciones favorables para los inversionistas privados en Sudamérica en especial países como Argentina, Brasil, Colombia y Chile.
“No tenemos un número exacto en este momento, pero diría que si tomamos entre $200 y $300 millones en Colombia y todas esas geografías fácilmente en cinco años podría llegar a los $1.000 millones”, dijo MacLennan este martes en la noche en una entrevista con Reuters en Bogotá.
Cargill compró en Colombia en los últimos dos años Pollos El Bucanero y Campollo, adquisiciones con las que busca expandir su presencia en el sector avícola del país sudamericano, al tiempo que explora posibles incursiones en los sectores de carne vacuna, carne de cerdo y de pescado.
“Excluyendo a Venezuela que está pasando por una situación desfavorable, me siento muy positivo acerca de Latinoamérica”, aseguró MacLennan, quien destacó las políticas a favor de la inversión en Argentina, Brasil, Colombia y Chile.
MacLennan, quien se reunió este martes con el presidente Iván Duque, destacó el buen comportamiento de la economía de Colombia, la estabilidad política y social que sumada a la posición geográfica, le otorga una condición privilegiada en la región para las futuras inversiones.
El directivo recordó las recientes inversiones de $60 millones en Ecuador en una planta de alimentos balanceado para camarones y otra de 1.350 millones de euros ($1.525 millones) en 2015 para la compra del productor noruego de harina de pescado que le permitió a Cargill entrar a Chile.
“Excluyendo a Venezuela que está pasando por una situación desfavorable ahora mismo, me siento muy positivo acerca de Latinoamérica”, aseguró MacLennan.
Pese a las dificultades políticas, económicas y sociales que atraviesa Venezuela, el directivo dijo que Cargill continuará su operación en la nación petrolera en donde produce harina, pasta y aceite con una fuerza laboral de 1.600 empleados en medio de la dificultad para conseguir materias primas a lo que se suman los frecuentes cortes de energía eléctrica.
“No vamos a rendirnos, es un país muy importante para nosotros. Estamos muy preocupados por nuestros empleados y su seguridad. Pienso en ellos todos los días y espero que haya un mejor futuro”, afirmó.