La decisión del Banco Central de Honduras (BCH), de aumentar a 5.75% (0,25 puntos porcentuales) la Tasa de Política Monetaria (TPM), es un mensaje de que se frenará el crecimiento económico.
Así lo analiza Guillermo Matamoros, ex presidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE).
“Me parece que lo primero, tal como está concebida la Tasa de Política Monetaria es un mensaje, una señal para que los bancos ajusten sus tasas, en este caso hacia el alza, eso es, conceptualmente así está definida”
“En el fondo me parece que el Banco Central como autoridad monetaria, está diciendo, hay presiones inflacionarias entonces hay que meter un poco los frenos para evitar que haya inflación. Y eso tiene una implicación que probablemente impacte en el crecimiento económico”, apuntó.
El aumento de la tasa es una medida contraccionista para la economía, agregó.
Para Matamoros la decisión del BCH está, probablemente influenciado por la decisión de Estados Unidos de elevar su tasa básica, y en Honduras sería “un poco apresurada, en tanto que todos teníamos esperanza de tratar de recuperar el ritmo de crecimiento que habíamos tenido en 2017 (4,8%)”.
El mensaje es que las prioridades no son el crecimiento económico, opinó, ellos (BCH) hacen manejan mejor la información, pero las implicaciones de fondo son esas, que cuando el país requiere crecer se le está poniendo un freno.
BCH dice que es por precaución
Para el presidente del BCH, Wilfredo Cerrato, la medida es precautoria para controlar el alza de precios y la devaluación.
“El objetivo del BCH es velar por el mantenimiento del valor interno de la moneda, eso se traduce en tener bajo control la inflación y en buscar que el poder adquisitivo del ciudadano no se pierda”, comentó.
Sin embargo, el BCH mantiene la meta de inflación similar a la del año pasado de 4% anual con una variación de más o menos un punto.
El funcionario reconoció que hay menores efectos por factores externos en la inflación, como es el caso del precio del petróleo, que en los últimos dos meses registra una baja significativa.
Pero son los factores internos de los últimos 10 meses, como aumento a la energía eléctrica, combustibles y transporte, lo que influyó en los temores de una inflación mayor al 5%, “sino se tomaban medidas de precaución”, dijo Cerrato.
El funcionario señaló que de no controlarse la inflación baja el poder adquisitivo, la “gente tiene menos y compra menos, las empresas venden menos y cierra puestos de trabajo, el gobierno recibe menos impuestos”, es un círculo vicioso.