British American Tobacco reportó una pérdida de unos U31.500 millones por la depreciación del valor de algunas marcas de cigarrillos en Estados Unidos, en un reconocimiento de que su mercado tradicional no tiene futuro a largo plazo.
La decisión de BAT se conoce cuando la regulación cada vez más estricta y la creciente conciencia de los riesgos para la salud ponen en jaque el negocio tradicional de las tabaqueras, provocando descensos en los volúmenes de cigarrillos en algunos mercados.
El fabricante de los cigarrillos Lucky Strike y Dunhill también mencionó retos económicos en Estados Unidos, donde algunos consumidores cansados de la inflación se están cambiando a marcas más baratas, y hay un aumento de los vaporizadores desechables ilícitos que ejercen presión sobre su división de cigarrillos de Estados Unidos.
BAT dijo que estos factores, combinados con el alejamiento general del consumo de tabaco, significaba que iba a ajustar la forma en que algunas de sus marcas de Estados Unidos se consideran en su balance, cambiando su valor a una vida finita de 30 años.
Según BAT, esto supondría una pérdida de valor no monetaria de unos 25.000 millones de libras (US$31.500 millones). Sus marcas Newport, Camel, Pall Mall y Natural American Spirit se verían afectadas, añadió un portavoz.
El presidente ejecutivo, Tadeu Marroco, describió la medida como “un ajuste de la contabilidad a la realidad”.
Aunque no creía que los cigarrillos fueran a desaparecer en 30 años, dijo que ya no era posible justificar un valor indefinido para esas marcas que equivalen a unos $80.000 millones en el balance de BAT.
BAT añadió que empezaría a amortizar el valor restante de sus marcas de combustibles en Estados Unidos en 2024, lo que la convierte en la primera de las grandes tabaqueras en reconocer que el valor de sus marcas de tabaco tiene fecha de caducidad.