Gobiernos, bancos de desarrollo y empresas anunciaron este viernes iniciativas para movilizar miles de millones en efectivo para el clima en la COP28, una batalla en la que los Emiratos Árabes Unidos han echo del aumento de la financiación un elemento central de su liderazgo en las conversaciones de la ONU.
Hasta ahora, el mundo apenas ha empezado a aportar las ingentes cantidades de dinero que se necesitan para ayudar a pagar la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles y hacer frente al impacto del cambio climático.
Según la organización sin ánimo de lucro Iniciativa de política Climática, los países en desarrollo necesitarán unos $2,4 billones anuales en financiación para el clima de aquí a 2030. Para tratar de poner fin a años de estancamiento en la cuestión de la financiación, EAU, anfitrión de la cumbre COP28, dijo que invertiría $30.000 millones en una nueva empresa de inversión climática.
Denominada ALTÉRRA, su objetivo será movilizar $250.000 millones en inversiones para finales de la década, en lo que el presidente de la COP28, el sultán Ahmed Al-Jaber, describió como un “momento decisivo” para la financiación de la lucha frente el cambio climático.
Jaber lo calificó como “el mayor vehículo de inversión privada del mundo para la acción frente el cambio climático” e indicó que incluye $5.000 millones que se destinarán a los países más pobres.
El Banco Mundial se comprometió a aumentar la cantidad que destina anualmente a proyectos relacionados con el clima hasta el 45% de su financiación entre 2024 y 2025, frente al 35% actual, como parte de una revisión de su política para responder mejor al cambio climático.
El secretario general de la ONU, António Guterres, también respaldó el esfuerzo más amplio de reformar el sistema mundial de bancos multilaterales de desarrollo para “apalancar mucha más financiación privada a costos razonables” .
La financiación media anual para el clima alcanzó casi $1,3 billones en 2021-22, pero solo unos $30.000 millones -apenas el 2%- se destinaron a los países en desarrollo, según un informe de noviembre de la Iniciativa de política climática.
Otro informe publicado el viernes por el Grupo Independiente de Expertos de Alto Nivel sobre Financiación Climática también dijo que la inversión era demasiado escasa y que gran parte de ella “todavía está mal dirigida”.
Los mercados emergentes y los países en desarrollo “se están quedando rezagados en materia de energía limpia”, indico el reporte.
La transición del transporte marítimo
La descarbonización del transporte marítimo y su financiación también fueron objeto de atención en las conversaciones del viernes.
Algunas de las mayores navieras de contenedores del mundo se comprometieron a descarbonizar el transporte marítimo, después de que el acuerdo mundial alcanzado en julio fuera criticado por su falta de contenido.
Los países, a través de la Organización Marítima Internacional (OMI) de la ONU, se comprometieron a reducir a cero las emisiones del transporte marítimo para 2050, pero no llegaron a un consenso sobre cuestiones como la imposición de una tasa sobre las emisiones de carbono.
En una declaración realizada el viernes, las navieras CMA CGM, Hapag Lloyd, Maersk y MSC, con el respaldo de Francia, Dinamarca y Corea del Sur, abogaron por una norma mundial de intensidad de emisiones del combustible marítimo.
También solicitaron un mecanismo de fijación de precios para reducir la diferencia de costos entre los combustibles fósiles y los combustibles alternativos para el transporte marítimo.
El transporte marítimo representa alrededor del 90% del comercio mundial y casi el 3% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono.