De acuerdo con el último informe del Banco Mundial, “Nuevos Enfoques para Cerrar la Brecha Fiscal”, las tasas de crecimiento proyectadas para América Latina han mejorado progresivamente desde el inicio del año, en comparación con las bajas tasas que se registran en el resto del mundo.
Según el organismo, “se calcula que el PIB regional crecerá 3,0 por ciento en 2022, una tasa mayor a lo previsto anteriormente (2,5% en junio) debido al alza en los precios de las materias primas”.
La mayor proyección de crecimiento para terminar 2022 es Guyana con un aumento de 57,8%, seguido por Barbados, con 10,5%; Bahamas, 8%; y Santa Lucía, 7,9% y Colombia, 7,1%.
Los países que registran el menor crecimiento proyectado para este año son: Paraguay (-0,3), Chile (1,8%), México (1,8%), El Salvador (2,4%), Brasil (2,5%), Ecuador (2,8%) y Perú (2,7%). Honduras está en la tabla media con un 3,5%, desde un 3,1% estimado en junio.
El estudio detalla que países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Perú se han visto beneficiados con el aumento de los precios de las materias primas que se ha dado a causa de la guerra entre Rusia y Ucrania, ya que estas naciones de América Latina se han potencializado como exportadores regionales.
Inflación también subirá
En cuanto a la inflación, se proyecta que Latinoamérica termine el año con una cifra de 6%, lo que evidencia un aumento de cuatro puntos porcentuales entre 2021 y 2022. Sin embargo, se destaca que pese al incremento, la región tiene “cifras moderadas” frente a otros países más desarrollados.
“El interrogante clave en términos de políticas es si el actual ajuste que llevan a cabo los bancos centrales será suficiente para contener el aumento inflacionario o si las presiones alcistas continuarán. Son varias las razones para mantenerse alertas”, dice el informe.
La entidad proyecta que la inflación en Honduras al finalizar 2022 se ubique en 9% aproximadamente y para diciembre del próximo año bajaría. El pronóstico de Venezuela es el más alto, pues se prevé que finalice este año por encima de 96,75%; Argentina con 91,84%; Surinam con 45,41%.
Según el Banco Mundial, las expectativas inflacionarias parecen mantenerse controladas debido a la rápida respuesta de los bancos centrales al aumentar las tasas de interés y reducir las políticas fiscales que desarrollaron durante la pandemia para tratar de ayudar a las empresas y los hogares.
“Los déficits actuales llevaron a que el stock de deuda pública haya aumentado en la mayoría de los países de la región. Buena parte de las economías se ubican claramente por encima de la línea de 45 grados, confirmando el aumento considerable que tuvo lugar en la mayoría de los países”.
Sin embargo, el informe muestra que pese al aumento del stock de la deuda y de las tasas internacionales, los intereses de las deudas fiscales de los países de la región sólo han incrementado 10 puntos básicos desde el año pasado.
En cuanto al ajuste fiscal luego de la pandemia, el Banco Mundial sugiere que la estrategia para disminuir el déficit fiscal y hacer la deuda más sostenible es incrementar las tasas de ciertos impuestos fundamentales.
De acuerdo con los datos recogidos por la entidad, el aporte del IVA (impuesto de valor agregado) al PIB en América Latina y el Caribe es alto, con una cifra de 5,8%, aunque no tanto como en Europa y Asia Central, donde es de 6,8%; seguido por Medio Oriente y África del Norte, con 6%; Asia Oriental y Pacífico, con 5,4%; África Subsahariana, con 3,4%; y América del Norte, con 0,3%.