El Directorio Ejecutivo del Banco Mundial (BM) aprobó un crédito de 150 millones de dólares (más de 3.600 millones de lempiras) para financiar un proyecto de inversión de respuesta a la emergencia y las necesidades de recuperación tras la devastación por los huracanes Eta e Iota.
Los fondos tienen un vencimiento final de 30 años, incluido un período de gracia de 5 años.
El proyecto financiará programas de ayuda y respuesta inmediata para poblaciones en las comunidades más afectadas. El proyecto invertirá en la rehabilitación y reconstrucción resiliente de alrededor de 200 infraestructuras públicas y comunitarias prioritarias; la restauración y mejora de servicios públicos como energía, agua, educación y salud para 800.000 personas.
También la prestación de servicios de auxilio y respuesta de emergencia a 100.000 personas, y la distribución de alimentos y ayuda a 72.000 personas. Se estima que 200 autoridades gubernamentales y locales recibirán capacitación para mejorar su capacidad para administrar la recuperación tras desastres.
“El Banco Mundial respondió con prontitud a la solicitud de Honduras por recursos financieros para la rehabilitación y reconstrucción después de la devastación causada por los huracanes Eta e Iota. Este apoyo será clave para el Plan de Reconstrucción Sostenible”, dijo Marco Midence, secretario de Finanzas.
Las estimaciones oficiales más recientes indican que los dos fenómenos afectaron a más de 4.5 millones de hondureños, causando 99 muertes y la evacuación de más de un millón de personas (de las cuales aproximadamente 96.000 permanecen en refugios).
“Este proyecto de emergencia es una respuesta rápida para ayudar a atender las necesidades urgentes de los hondureños más afectados por los daños causados por los devastadores huracanes”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Durante 2020, el Banco Mundial ha apoyado a Honduras con $139 millones para ayudar a la respuesta del país a la emergencia causada por la COVID-19. Además $30 millones para mejorar la calidad de los servicios de educación preescolar, $45 millones para mejorar los servicios de suministro de agua en municipios urbanos y $70 millones para servicios de agua en el Corredor Seco de Honduras.