También proyecta aumento del crédito, menores depósitos y estima inflación en 4,16%
El Directorio del Banco Central de Honduras (BCH) hizo una segunda revisión de las metas macroeconómicas del Programa Monetaria 2021-2022, elevando la meta de crecimiento entre 8% y 9%, desde un máximo de 5,2% revisado en julio anterior.
La elevada revisión (ente 2,8 y 4 puntos), está basada en el repunte de la manufactura, el comercio (exportación e importación de bienes), mayor demanda de crédito bancario y un histórico ingreso de remesas familiares de más de 7.100 millones de dólares.
El presidente del BCH, Wilfredo Cerrato, quién anunció la nueva meta a inicios del mes, dio una conferencia de prensa para explicar las bases del crecimiento, pero advirtió que no se cambia la meta para el 2022, que se mantiene entre 3,2 y 5,2%.
Agregó que factores como la pandemia, menor vacunación, menor demanda externa de materias primas, crisis de la ENEE y la política (elecciones), son los riesgos para alcanzar ese crecimiento.
Mayor comercio y crédito
La reactivación de Estados Unidos, principal socio del país, impacta en los principales indicadores. “La manufactura creció un 23,1% al cierre de septiembre (tercer trimestre), las exportaciones un 20% (café más de $300 millones), las importaciones un 47%, la intermediación financiera un 17% que incluye un 30% adicional en remesas familiares” destacó el funcionario.
El precio promedio del café que tenía el BCH era de 151 dólares el quintal, pero ahora se cerraría con 157 dólares y para el 2022 se proyecta en 211 dólares.
En cuanto a las importaciones ($9.485 millones a septiembre), Cerrato indicó que es positivo el mayor ingreso de bienes de consumo ($828 millones) y materias primas ($888 millones) que demuestran mayor inversión con la reactivación de la economía.
Sobre el sector financiero se registra una recuperación del crédito y menor crecimiento de los depósitos, lo que indica mayor uso de dinero en inversiones, gastos y consumo con impacto en la actividad económica.
El crédito al sector privado tiene una recuperación a septiembre con un crecimiento interanual de 7,3%. “Es así, que se revisaron al alza sus estimaciones de crecimiento para 2021 y 2022, en línea con el mejor desempeño económico esperado y la reducción de la incertidumbre de los agentes, lo que generaría mayores necesidades de refinanciamiento y solicitud de créditos nuevos”, señala el BCH.
En cuanto a la inflación, contralada con subsidios en precios de energía eléctrica, combustibles y fletes marítimos”, el funcionario sostiene que se mantiene entre 4 y 5%, pero “más del 4%, estimamos un 4,16%” para el cierre del año.
Los pronósticos de corto y mediano plazo de la inflación indican una trayectoria levemente superior a la prevista en julio de 2021; no obstante, se mantendría cercana al punto medio del rango de tolerancia para cierre de 2021 y 2022 (4.0%± 1.0 pp), al considerar que los choques de costos se estarían reduciendo para 2022.
Al evaluarse el escenario base de proyecciones, la Autoridad Monetaria ha mantenido un impulso monetario, orientado a proveer suficiente liquidez al sistema financiero con el propósito de apoyar el canal del crédito, sin poner en riesgo su objetivo principal de mantener una inflación baja y estable. Por lo anterior, en la medida que el crédito muestra una recuperación, prevé retirar parte de los excesos de liquidez que se han generado este año (consecuencia de los mayores flujos de remesas recibidos) a través del incremento gradual del monto ofrecido en la subasta diaria y estructural.
“El 75% de las estadísticas ya están (IMAE al tercer trimestre aumentó 12,1%), pueden mejorar o se mantiene”, concluyó.