Apple y Google han unido fuerzas para desarrollar un software para teléfonos inteligentes que alertaría a las personas recientemente en contacto con alguien infectado con el coronavirus, una colaboración sin precedentes entre los fabricantes de los sistemas operativos para smartphones más importantes del mundo.
Esta tecnología, conocida como rastreo de contactos, está diseñada para frenar la propagación del nuevo coronavirus al decirles a los usuarios que deben ponerse en cuarentena o aislarse después del posible contacto con un individuo infectado, según anunciaron ambas compañías en un comunicado.
“En Apple y Google creemos que nunca ha habido un momento más importante para trabajar y resolver uno de los problemas más acuciantes del mundo”, destacaron ambas compañías.
Esto significa que si un usuario da positivo por Covid-19 y agrega esos datos a su aplicación de salud pública, los usuarios con los que se acercaron durante los últimos días serán notificados de su contacto. Este período podría ser de 14 días, pero las agencias de salud pueden establecer otro periodo de tiempo.
Ambos veteranos y eternos rivales de Silicon Valley explicaron que incorporarán este software en dos pasos en sus sistemas operativos iOS (Apple) y Android (Google). A mediados de mayo, las compañías permitirán que los smartphones intercambien de forma inalámbrica información anónima a través de aplicaciones gestionada por las autoridades de salud pública. Las compañías también lanzarán directrices para que las aplicaciones de salud pública también puedan usar esta función.
De esta forma Apple explicó que ambas compañías lanzarán herramientas de desarrollo (API) el próximo mes que “permitirán la interoperabilidad entre dispositivos Android e iOS utilizando aplicaciones de las autoridades de salud pública”.
“En segundo lugar, en los próximos meses, Apple y Google trabajarán para habilitar una plataforma de rastreo de contactos a través de Bluetooth más amplia agregando esta funcionalidad en plataformas subyacentes”, añadió la de Cupertino, California.
No obstante, esta tecnología es controvertida porque implica compartir información confidencial de salud de miles de millones de personas a través de dispositivos móviles que transmiten constantemente su ubicación.
Apple y Google recalcaron que su sistema preserva la privacidad de los usuarios. Se requiere su consentimiento y no se recopilan datos de ubicación. La tecnología tampoco notificará a los usuarios con quién entraron en contacto o dónde sucedió. Las compañías dijeron que tampoco pueden ver estos datos y señalaron que todo el sistema se puede cerrar cuando sea necesario.