Apple se revuelve contra el pago de impuestos. La compañía norteamericana, que mantiene su sede principal europea en Irlanda, se niega a aportar la carga fiscal extraordinaria que la Comisión Europea pretende adjudicarle.
La empresa considera que devolver 13.000 millones de euros a ese país por las ventajas fiscales de las que se habría disfrutado “desafía la realidad y el sentido común”, tal y como ha expuesto la firma estadounidense en la vista celebrada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
La compañía del iPhone asegura que el Ejecutivo comunitario se hace valer de su fuerza para “modificar los cambios en las leyes nacionales” a las que Apple ya se atiene.
La corporación liderada por Tim Cook está entre los llamados GAFA (Google, Apple, Facebook y Amazon), gigantes digitales que, dada su presencia global, están sufriendo una revisión tributaria en distintos países como España y Francia, donde ya se ha aprobado la controvertida tasa Google.
Esa tasa digital atraviesa un período de negociaciones de 130 países, incluidos los pertenecientes a la OCDE.
En el marco de la UE,no ha prosperado una tasa Google, si bien Bruselas recuperaría el debate toda vez que no se alcance consenso global.
La acusación de la Comisión Europea data de 2016 y fue recurrida por Apple ante el TJUE; sostiene el Ejecutivo comunitario que Apple se ha beneficiado durante años de una serie de ayudas estatales para pagar menos impuestos que otras empresas rivales.
La investigación de la Comisión de Competencia, liderada por Margrethe Vestager, solicita el reembolso a Apple porque habría reagrupado en Irlanda, entre 2003 y 2014, todos los ingresos obtenidos en Europa (además de África, Oriente Medio y la India), animada por un trato fiscal favorable.
iPhone ha acusado por su parte a la Comisión de usar su poder para “modificar los cambios en las leyes nacionales” y así tratar de cambiar el sistema fiscal internacional y, en el proceso, desencadenar incertidumbre legal para las empresas.
La tasa Google ya ha provocado que Amazon anuncie en Francia que ese impuesto acabará repercutiendo en las tarifas de las empresas que utilizan su plataforma.
Origen de las ganancias
“La Comisión sostiene que casi todos los beneficios de Apple de todas sus ventas fuera de América deben atribuirse a sus dos filiales en Irlanda“, ha repasado en la vista Daniel Beard, uno de los abogados de la multinacional, para quien hay un error de base, pues los productos de Apple como el iPhone o el iPad se desarrollan en EE UU y no en Irlanda.
Un panel de cinco jueces escuchará los argumentos tanto de Apple como de la Comisión, además de los de Irlanda, Luxemburgo, Polonia y la Autoridad de Vigilancia del Acuerdo Europeo de Libre Comercio. La sentencia tardará meses y, si resultara recurrida, requeriría años.
“La actividad de las filiales no implicaba crear, desarrollar o administrar los derechos intelectuales. De acuerdo a los hechos, la línea principal de este caso desafía la realidad y el sentido común“, ha expuesto Beard, para quien la actividad económica con base en Irlanda “simplemente no pudo ser responsable de generar casi todos los beneficios de Apple fuera de América”.
Apple facturó globalmente el pasado año alrededor de 240.000 millones de euros, y consiguió unos beneficios de unos 53.700 millones de euros. El 24% de los ingresos de Apple se registran en Europa, según especifican los resultados de la compañía.