La actividad de las fábricas estadounidenses creció inesperadamente en marzo por primera vez desde septiembre de 2022, gracias a un fuerte repunte de la producción y a una demanda más fuerte, mientras que los costes de los insumos subieron.
El indicador manufacturero del Institute for Supply Management subió 2,5 puntos hasta 50,3 el mes pasado, según los datos publicados este lunes. Aunque apenas superó el nivel de 50 que separa la expansión de la contracción, puso fin a 16 meses consecutivos de contracción de la actividad.
El índice de marzo superó todas las estimaciones y experimentó un brusco repunte respecto al mes anterior, con una subida de 6,2 puntos, la mayor desde mediados de 2020. Con 54,6 puntos, el crecimiento de la producción fue el mayor desde junio de 2022.
La medida de nuevos pedidos del grupo también volvió a territorio de expansión tras contraerse en febrero. El indicador del empleo en las fábricas se contrajo menos en marzo que el mes anterior.
“La demanda sigue en las primeras fases de recuperación, con claros signos de mejora de las condiciones. La ejecución de la producción aumentó en comparación con enero y febrero, a medida que las empresas de los panelistas vuelven a entrar en expansión”, declaró en un comunicado Timothy Fiore, presidente del Comité de Encuestas a Empresas Manufactureras del ISM.
Nueve industrias registraron crecimiento en marzo, encabezadas por las fábricas textiles, los minerales no metálicos, los productos papeleros y el petróleo. Seis se contrajeron, entre ellas muebles, plásticos y productos de caucho, y equipos eléctricos.
Más optimismo
Los directivos de compras y suministros del país han expresado recientemente su optimismo sobre las perspectivas del sector manufacturero. La mejora del crecimiento de los pedidos ilustra la resistencia de la demanda de los consumidores y de la inversión empresarial, y sugiere que las empresas han avanzado en la adecuación de los niveles de existencias a las ventas.
Los datos del ISM mostraron que las existencias de las fábricas se contrajeron el mes pasado a un ritmo más lento que en febrero, mientras que una medida de los inventarios de los clientes se contrajo a un ritmo más rápido.
Al mismo tiempo, el coste de los materiales y otros insumos está aumentando, lo que sugiere presiones inflacionistas persistentes. El indicador de precios pagados del grupo subió 3,3 puntos, hasta 55,8, el nivel más alto desde julio de 2022.
Mientras tanto, los pedidos de clientes extranjeros, los pedidos pendientes y las importaciones se mantuvieron sin cambios en marzo.