La actividad en la industria manufacturera de China creció en junio por octavo mes consecutivo y lo hizo al mayor ritmo desde mayo de 2021, según el índice gerente de compras (PMI, indicador de referencia del sector), divulgado este lunes por el diario digital privado Caixin.
Este indicador, elaborado por la compañía británica de información económica IHS Markit y que muchos inversores internacionales toman como referencia para analizar el sector manufacturero chino, pasó de los 51,7 puntos de mayo a los 51,8 de junio.
A la hora de medir el PMI, una marca por encima de los 50 puntos representa una expansión de la actividad en el sector en comparación con el mes anterior mientras que por debajo supone una contracción.
El dato supera también los pronósticos de los analistas, que esperaban que el indicador se situase en torno a las 51,2 unidades.
Como viene siendo habitual, la lectura de Caixin difiere de la oficial, divulgada ayer por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), que continuó en la zona de contracción al mantenerse en los 49,5 puntos, en línea con lo avanzado por los expertos.
El diario digital habla de una subida simultánea de la oferta y la demanda, apuntando específicamente al registro más alto en dos años en el subíndice que mide la producción y al undécimo mes consecutivo de repuntes en el de nuevos pedidos.
Sin embargo, y pese a que la mayoría de otros indicadores que componen el PMI de Caixin fueron positivos, el índice que mide el optimismo de los gerentes de compañías manufactureras sobre el futuro de la producción cayó más de 3 puntos con respecto al mes anterior, situándose en mínimos desde noviembre de 2019 aunque todavía se mantiene en la zona de expansión.
Los principales factores que preocupan a los directivos encuestados, apunta el informe, don la “prominente presión bajista” sobre la economía y la “intensa” competición en el mercado.
Wang Zhe, economista de Caixin, apunta también a una “insuficiente demanda efectiva” y pide reforzar las iniciativas políticas destinadas a apuntalar la recuperación económica, sugiriendo asimismo que las reformas fiscales y tributarias se centren en mejorar las expectativas entre los factores del mercado.
