A julio de 2025, los tres principales países receptores de remesas en Centroamérica, conocidos como el Triángulo Norte, Guatemala, Honduras y El Salvador, han registrado una tasa de crecimiento interanual de 20,9% superando los 27.117 millones de dólares.
Se trata de un aumento de 4.691 millones de dólares en relación a julio de 2024 ($22.426 millones), según los datos recopilados por el Banco Central de Honduras (BCH).

Guatemala lidera los ingresos con 14.493 millones de dólares con un alza del 19,9%, Honduras con 6.914 millones de dólares (25,3%) y El Salvador 5.710 millones (18,6%).
Medios internacionales han manifestado que el comportamiento anterior podría estar motivado por varios factores que han afectado el patrón de envío de remesas de los migrantes, destacando el temor generado por las políticas de detención y deportación de la presente administración estadounidense.
Además la aprobación de un nuevo impuesto aplicado por ese país a los envíos de remesas a partir de 2026; y la cancelación del estatus de protección temporal (TPS por sus siglas en inglés).
.
En línea con lo anterior y tomando en cuenta que, según datos a julio de 2025, aproximadamente el 98,6% de las remesas provienen de los Estados Unidos. Al analizar la variación interanual diaria de los flujos acumulados de remesas hacia Honduras se observan cambios de tendencia que coinciden con fechas específicas de anuncios importantes sobre el cambio de las políticas migratoria y tributaria en los EEUU
Del 1 al 20 de enero, el crecimiento promedio fue del 13,2%; no obstante, entre el 21 de enero de 2025 y el 30 de mayo 2025, después que tomó posesión la nueva administración, este incremento ascendió a 21,8%. Posteriormente, entre el 2 de junio y el 7 de julio, período que coincide con el debate del Congreso sobre el proyecto de ley para aplicar un impuesto a las remesas, la variación promedio aumentó a 23.5%.
Finalmente, entre el 7 y 30 de julio, luego del anuncio oficial del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) sobre la cancelación del TPS a partir de septiembre 2025, la variación promedio alcanzó 25,5%.