La mayoría de los legisladores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos votaron para destituir al presidente Donald Trump de un cargo de abuso de su poder al tratar de presionar a Ucrania para que investigue a un rival político.
La Cámara baja controlada por la oposición demócrata convirtió así a Trump en el tercer mandatario en la historia de Estados Unidos en ser sometido a un juicio político, por abusar de su cargo al pedirle a Ucrania investigar a su posible rival electoral en 2020 Joe Biden, y por bloquear los esfuerzos de los legisladores para investigar sus acciones.
En el Senado, que probablemente abrirá el juicio político en enero tras el receso por Navidad, se espera que Trump sea absuelto, pues se necesitan al menos 67 votos para destituirlo y los republicanos tienen 53 de los 100 escaños.
El magnate republicano está acusado de intentar presionar a Ucrania para que investigara a uno de sus principales rivales de cara a las presidenciales de 2020, el exvicepresidente Joe Biden.
En la mañana, Trump insistió en Twitter en que no hizo “nada malo”, al día siguiente de dirigirle una amarga carta a la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, diciéndole que “la historia la juzgará duramente” por el proceso.
Más tarde, siguió con otra tanda de tuits, afirmando -todo en mayúsculas- que este es “un ataque contra Estados Unidos y contra el Partido Republicano”.
Trump acusó a la oposición demócrata de intentar “anular” su victoria electoral tras la aprobación en la Cámara de Representantes de cargos para someterlo a un juicio político.
Desde un mitín en Michigan, Trump acusó a los demócratas de actuar “consumidos por el odio” y de “intentar anular los votos de diez millones de patriotas estadounidenses”.
Amenaza a la seguridad nacional
Durante el debate, la presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi, dijo que sus correligionarios demócratas no tenían otra opción que lanzar el proceso de destitución y tildó a Trump de “amenaza continua para la seguridad nacional”.
“Lo que está en riesgo es la idea misma de lo que es Estados Unidos”, dijo antes de la votación Adam Schiff, el legislador que dirigió la investigación contra Trump.
A ambos lados del hemiciclo los legisladores concordaron en el diagnóstico de que esta es una jornada triste para el país, pero el resto del debate reflejó la polarización que hay en Estados Unidos.
Una condena resultaría en su destitución, pero el máximo republicano del Senado ha dicho que “no hay posibilidad” de que eso suceda.