De conformidad con las respuestas de los analistas macroeconómicos, consultados por el Banco Central de Honduras (BCH) en junio de 2025, el Índice de Confianza de la Actividad Económica alcanzó un 46.4 puntos (45.1 puntos en la encuesta del mes anterior). El 52,7% de los resultados es por la actividad económica futura y el 47,3% por el resultado de la actividad económica actual.
Un índice de confianza por debajo del 50% generalmente se interpreta como un indicador de contracción económica. Esto significa que la mayoría de las personas encuestadas tienen una perspectiva negativa sobre la situación económica actual o futura.
Los informantes destacan que la reciente aprobación de la tercera revisión del programa económico vigente con el FMI valida las políticas implementadas y otorga respaldo internacional al manejo macroeconómico del país, aval que genera confianza en los mercados y facilita el acceso al financiamiento externo.
“Dado lo anterior, se proyecta una mejora en el desempeño económico en 2025, principalmente por la recuperación del consumo privado y la reactivación de la inversión pública y privada; esperan continue una inflación baja y estable y dinamismo en las exportaciones de bienes”, destaca el BCH.
No obstante, indican que el crecimiento económico previsto dependerá del rumbo que tomen los actuales conflictos geopolíticos, la volatilidad de los precios internacionales de combustibles y otras materias primas, y las disposiciones arancelarias por parte de los Estados Unidos.
Los encuestados estiman que el Producto Interno Bruto (PIB), en promedio, tendría un crecimiento de 1,1% y 1,2% para el segundo y tercer trimestre de 2025, respectivamente; sustentado -en parte- en la evolución del consumo interno, dado el pago del décimo cuarto mes de salario, la evolución de la captación de remesas familiares y el dinamismo en la ejecución de proyectos de inversión.
Respecto a la variación anual del PIB, las previsiones señalan –en promedio– un crecimiento de 3,6% para 2025 y de 3,7% para 2026.