Israel bombardeó este martes un objetivo cercano a Teherán, a pesar de una reprimenda del presidente estadounidense, Donald Trump, por lanzar ataques aéreos horas después de acordar un cese al fuego con Irán.
Trump reprendió a Irán e Israel por las violaciones tempranas de la tregua que había anunciado alrededor de las 0500 GMT, pero dirigió críticas particularmente duras al aliado cercano de Washington por la escala de sus ataques al decirle “que se calme ahora”.
El presidente estadounidense dijo que Israel había cancelado futuros ataques por orden suya para preservar el acuerdo para terminar una guerra aérea de 12 días con Irán, la mayor confrontación militar de la historia entre los archienemigos de Oriente Medio, que había generado temores de repercusiones globales.
Sin embargo, luego de esas declaraciones, dos testigos contactados por teléfono en la capital iraní afirmaron haber oído dos fuertes explosiones.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reconoció que Israel había bombardeado el sitio de un radar cerca de Teherán, en lo que dijo fue una represalia por los misiles iraníes disparados tres horas y media después del inicio del cese al fuego.
Y agregó que Israel había decidido abstenerse de más ataques luego de una llamada entre Netanyahu y Trump, pero no indicó explícitamente si el ataque al lugar del radar tuvo lugar antes o después de que hablaran.
La República Islámica negó haber lanzado misiles y afirmó que los ataques israelíes continuaron durante una hora y media más allá de la hora prevista para el inicio del alto el fuego.
El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, dijo más tarde que Teherán no violaría el cese al fuego a menos que Israel lo hiciera y que estaba preparado para volver a la mesa de negociaciones, sin dar más detalles, según el periódico estatal Nournews.
El sostenimiento de la tregua es una gran incógnita. Como presagio de un camino difícil por delante, Israel e Irán tardaron horas en reconocer siquiera que habían aceptado el cese al fuego que Trump dijo haber negociado.
Aún así, los precios del petróleo cayeron y los mercados de acciones subieron en todo el mundo ante la perspectiva del fin del conflicto, eliminando la amenaza de una interrupción del suministro de petróleo del golfo Pérsico al resto del mundo.
Trump, de camino a una cumbre de la Otan en los Países Bajos, reprendió a Israel en un arrebato inusual contra un aliado a cuya campaña militar se había unido dos días antes lanzando enormes bombas anti-búnker sobre las instalaciones nucleares subterráneas de Irán.
“Todos los aviones darán la vuelta y regresarán a casa, mientras hacen un saludo amistoso a Irán. Nadie resultará herido, ¡el alto el fuego está en vigor!”, dijo Trump en una publicación en Truth Social.
Esto siguió a otra publicación en la que decía: “Israel. No lancen esas bombas. Si lo hacen es una violación grave. Lleven a sus pilotos a casa, ¡ahora!”.
Antes de subir al avión, el mandatario estadounidense dijo a periodistas que no estaba “contento” con ninguno de los dos bandos por violar la tregua, en particular con Israel, que, según él, había atacado poco después de aceptar el acuerdo.
“Tengo que conseguir que Israel se calme ahora”, dijo Trump al salir de la Casa Blanca. “Israel, tan pronto como hicimos el trato, salieron y lanzaron una carga de bombas, como nunca antes había visto, la mayor carga que hemos visto”, agregó.
Irán e Israel llevan luchando “tanto tiempo y tan duramente que no saben qué demonios están haciendo”.
Un reportero de Axios afirmó que el primer ministro israelí le había dicho a Trump que Israel reduciría la misión de bombardeo en lugar de cancelarla.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, había dicho el martes más temprano que había ordenado a las fuerzas armadas lanzar nuevos ataques contra objetivos en Teherán en respuesta a lo que dijo eran misiles iraníes lanzados en una “flagrante violación” del alto el fuego.
A pesar de los informes iniciales de violaciones, en ambos países era palpable la sensación de alivio por haberse trazado un camino para salir de la guerra, 12 días después de que Israel la iniciara con un ataque sorpresa, y dos días después de que Trump se uniera a los ataques contra objetivos nucleares iraníes.
“Estamos contentos, muy contentos. Quién haya mediado o cómo haya sucedido no importa. La guerra ha terminado. Nunca debería haber comenzado en primer lugar”, dijo a Reuters por teléfono Reza Sharifi, de 38 años, que regresaba a Teherán desde Rasht, en el mar Caspio, donde se había trasladado con su familia para escapar de los ataques contra la capital.
Arik Daimant, ingeniero informático en Tel Aviv, declaró: “Lamentablemente, es un poco tarde para mí y mi familia, porque nuestra casa aquí quedó totalmente destruida en los recientes bombardeos del domingo pasado. Pero como se suele decir: ‘más vale tarde que nunca’, y espero que este alto el fuego sea un nuevo comienzo”.
En declaraciones a periodistas a bordo del Air Force One camino a la cumbre de la Otan en La Haya, Trump dijo que no quería ver derrocado el sistema de gobierno de Irán.
“No lo quiero. Me gustaría que todo se calmara lo antes posible. Un cambio de régimen conlleva caos y lo ideal sería no ver tanto caos”, afirmó. “Irán no va a tener un arma nuclear, por cierto. Creo que es lo último que tienen en mente ahora mismo”, agregó.
En las horas previas a la entrada en vigor de la tregua, cuatro personas, una de ellas un soldado israelí fuera de servicio, murieron por misiles iraníes que impactaron un edificio residencial en Beerseba, en el sur de Israel, según el servicio de ambulancias israelí.
Funcionarios iraníes dijeron que nueve personas murieron en un ataque a un edificio residencial en el norte de Irán.
Israel lanzó un ataque sorpresa el 13 de junio, que alcanzó las instalaciones nucleares iraníes y provocó la muerte del más alto nivel de su comando militar, en la peor amenaza que enfrenta la República Islámica desde la guerra con Irak en la década de 1980.
Teherán dice que su programa de enriquecimiento de uranio tiene fines pacíficos y niega desarrollar armas nucleares.
Las autoridades iraníes afirmaron que cientos de personas murieron en los ataques aéreos israelíes. No fue posible confirmar de forma independiente la magnitud de los daños, dado el estricto control de los medios de comunicación.
Los ataques con misiles en represalia dejaron 28 muertos en Israel, en la primera vez que un gran número de misiles iraníes penetran sus defensas.