El vicepresidente del Congreso Nacional y ex presidente del Banco Central de Honduras (BCH), Hugo Noé Pino, dijo que la devaluación de la moneda (un lempira en seis meses), no es acelerada y que está “dentro de lo programado”, por las autoridades monetarias.
“Yo lo que he visto últimamente es que, si ustedes ven los porcentajes de depreciación en los últimos 20 años, hay mayores niveles en algunos años y menores en otros”, argumentó.
Contrario a los señalamientos de sus colegas en el Colegio de Economistas, Noé Pino sostiene que la depreciación actual se encuentra dentro de los parámetros históricos del país, “lo que ha predominado en los últimos 10, 15 o 20 años, diría yo, es un porcentaje de 5% y ese porcentaje es consistente con un nivel de inflación como el que ha determinado el Banco Central, entre un 3 y 5%”, señaló.
La depreciación interanual ya llegó al 5% y proyecta llevar el dólar a 27 lempiras este año. Sin embargo, el funcionario estima que la depreciación observada no debería causar preocupación, ya que “si uno lo mira en términos anuales, se mantendrá una depreciación de 4 o 5%. No me extraña, porque la demanda de nuestro país es muy superior, realmente, a la oferta”..
Sostiene que romper una barrera, en este caso de 26 lempiras, siempre genera de algún tipo de inquietud, “pero lo importante es ver si ese tipo de depreciación es controlado”.
Recordó que cuando fue presidente del BCH, le tocó enfrentar depreciaciones semestrales hasta del 25% dada las condiciones económicas de ese momento, que, reconoció, no son las que se presentan ahora.
“En resumen, creo que si se mantiene entre un 4 y 5% al año es aceptable dentro de un rango de inflación programada por el Banco Central”, concluyó.
A pesar de las declaraciones de Noé Pino, el valor del lempira, y por ende de la capacidad de compra, aceleró su caída a partir de septiembre del año pasado con la primera revisión del programa con el FMI, y hoy ya cuesta más de 26 lempiras con casi dos centavos diarios de devaluación.
Esto ocurre en momento de aumento en el ingreso de divisas, recuperación de las reservas internacionales y reducción del déficit comercial del país.