La deuda pública total de El Salvador creció $318.8 millones en el primer trimestre del año, según datos del Banco Central de Reserva (BCR). Al cierre de marzo esta llegó a los $32,490.8 millones, un 0.99% más que la registrada al cierre del año pasado.
De esta deuda un 32%, es decir $10,697 millones, es deuda previsional, mientras que un 41% de ella es deuda externa que llegó a marzo a los $13,616.3 millones.
La deuda del Sector Público No Financiero (SPNF) que incluye Gobierno, Letras del Tesoro (LETES), resto del gobierno general y empresas públicas no financieras, la deuda sumó a marzo $21,100.4 millones unos $155 millones más que en diciembre de 2024.
De este monto, la deuda externa pública llegó a los $13,616.28 millones, $77 millones más. Por su parte, la deuda interna es de $8,177.4 millones, $70.4 millones más que en 2024.
Fitch Ratings advirtió que la deuda continuaría manteniéndose alta. “En 2024, la deuda del sector público no financiero aumentó al 87.2% del PIB desde el 85.1% en 2023. Prevemos que aumente marginalmente al 87,8% del PIB en 2025”, detalló la calificadora.
Datos del Ministerio de Hacienda detallan que la deuda del SPNF más pensiones implicaba el año pasado un 87,4% del PIB, para este año con un PIB estimado de $36,728.5 millones, proyectan que la deuda será de 85%.
Tasas y acreedores
Según el perfil de la deuda pública elaborado por el Ministerio de Hacienda, para el caso de la deuda de mediano y largo plazo del SPNF que es de $19,142.6 millones, un 58.7% de la deuda está en manos de inversionistas, esta ha bajado levemente en comparación al cierre de 2024 cuando era el 59,4% que estaba en ese esquema; y para el primer trimestre de este año, subió levemente la proporción de la multilateral y llegó a los 33,4%.
Un 49% de esa deuda paga tasas arriba del 8% (un 28% de ella arriba del 9%) y un 33% de esa deuda. Además, un 28% de la deuda de corto y mediano plazo del SPNF tiene plazos superiores a los 20 años. La más alta fue la emitida en 2020 que fue de 32 años; mientras que otras siete emisiones de deuda de principios de los años 2000 tienen 30 años de plazo.