El ratio deuda/PIB mundial aumentó por primera vez desde 2020 el año pasado, ya que el stock de deuda mundial alcanzó un nuevo récord a finales de año de 318 billones de dólares y el crecimiento económico se ralentizó, según mostró este martes un informe del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF).
El aumento de 7 billones de dólares de la deuda mundial fue menos de la mitad del incremento de 2023, cuando las expectativas de recortes de los tipos de interés de la Reserva Federal provocaron un aumento del endeudamiento. El IIF advirtió, sin embargo, de que los llamados vigilantes de los bonos podrían castigar a los gobiernos si persiste el aumento de los déficits fiscales.
“El creciente escrutinio de los balances fiscales, particularmente en países con paisajes políticos altamente polarizados, ha sido una característica definitoria de los últimos años”, dijo el IIF.
Entre las economías avanzadas, el volumen de deuda se incrementó hasta los 214.3 billones de dólares desde los 211.9 billones de dólares del año anterior.
Los principales responsables de estos aumentos fueron China, India, Arabia Saudí y Turquía del lado de los emergentes, y Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Suecia del lado de los países más desarrollados.
Por sectores económicos, el IIF señaló que, a nivel global, los hogares elevaron su deuda hasta los 60.1 billones de dólares desde los 59.7 billones, al tiempo que las empresas registraron un endeudamiento de 91.3 billones de dólares frente a los 90 billones de dólares precedentes.
Además, los gobiernos tampoco lograron reducir su deuda tras deber 95.3 billones de dólares desde los 90.8 billones de dólares del ejercicio previo. El sector financiero también vio crecer su pasivo a 71.4 billones de dólares desde 70.8 billones de dólares.
“Por sectores, casi dos tercios del aumento de la deuda procedieron de las administraciones públicas, con niveles de deuda pública mundial que superan los 95 billones de dólares, frente a los 70 billones de dólares en el periodo previo a la pandemia de 2019”, explicó el informe del IIF.
El IIF indicó que el ritmo de apalancamiento mundial se ha ralentizado como “precaución” ante la incertidumbre derivada de los cambios en las políticas comerciales y de inmigración de EU y por las menores expectativas del mercado de que la Fed baje el precio del dinero.
Por otro lado, la ratio entre deuda y PIB ha repuntado por primera vez desde 2020, concretamente, un punto y medio, por la confluencia de un menor crecimiento económico y una relajación de las presiones inflacionistas. Así, rozó a fines de 2024 el 328% del PIB.
“Aunque el aumento continuado de la deuda fue un factor clave del incremento de las ratios de deuda el año pasado, la ralentización del crecimiento económico y de la inflación en 2024 también ha contribuido a presionar al alza las ratios”, según reza en el documento.
El aumento de las ratios de deuda descontando el sector financiero fue más acusado en Suecia, Nigeria, China, Israel y Arabia Saudí, mientras que Argentina, Turquía, Países Bajos, Grecia e Irlanda se anotaron los descensos más pronunciados.
De cara al futuro, el IIF anticipa para el primer semestre de 2025 una moderación en el alza de la deuda. “Con la incertidumbre de la política económica mundial en máximos históricos […] y los costes de los préstamos todavía elevados, es probable que la postura más cautelosa de los prestatarios obstaculice la demanda de crédito del sector privado”, precsió.
Sin embargo, la subida de la deuda pública continuará “elevada” y ascenderá a más de 5 billones de dólares en 2025. Estados Unidos, China, India, Francia y Brasil serán los países que más se endeudarán.
Asimismo, las naciones emergentes emitirán pasivos por un valor récord de 8.2 billones de dólares en 2025. Las tensiones comerciales y la suspensión de la ayuda exterior de Estados Unidos podría comportar “desafíos de liquidez importantes”.