La Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) presenta el informe “Panorama Energético de América Latina y el Caribe 2024”, que recopila datos energéticos oficiales de los 27 países miembros y refleja avances significativos en el camino hacia una transición energética sostenible.
Este documento ofrece una visión integral del progreso regional y de los desafíos que aún deben superarse para garantizar un futuro energético limpio y sostenible. Destaca un superávit energético del 12%.
Principales hitos en 2023 y perspectivas para 2024:
Capacidad renovable en aumento: El 79% de la nueva capacidad en el año 2024 será renovable; para 2050, el 85% de la electricidad provendrá de fuentes limpias.
Crecimiento en energía eólica y solar: En 2023, la energía eólica creció un 15% y la solar un 37%. Para 2024, se proyectan aumentos del 34% y 33%, respectivamente.
Gas Natural: El año 2023, la generación eléctrica en base a hidrocarburos también aumentó, aunque a tasas más modestas. En el caso con gas natural se incrementó en 5%, derivados de petróleo en 1% y con carbón mineral en 4%
Superávit energético: La región produjo un 12% más de energía que la demanda en 2023, y se espera un superávit del 27% en 2024.
Meta al 2050: Se necesitarán 1,500 GW adicionales de capacidad instalada renovable para alcanzar el 82% de renovabilidad en capacidad y el 85% de renovabilidad en generación eléctrica al 2050.
Reducción de emisiones: En un escenario de carbono neutralidad en la región, las emisiones totales de CO2 del sector energético al año 2050 serán un 37% menos que las proyectadas en un escenario BAU.
Inflación Energética: Durante el año 2024 se constata una baja significativa y sistemática de los precios de la energía en la región, especialmente, electricidad e hidrocarburos.
El Panorama Energético 2024 es testimonio del esfuerzo conjunto de los países de América Latina y el Caribe para avanzar hacia un sistema energético más limpio, eficiente y sostenible.
También resalta la importancia de cerrar las brechas de acceso a la energía y de fomentar la cooperación e interconexión internacional, así como impulsar la electrificación, la eficiencia energética y el desarrollo del hidrógeno de bajas emisiones como vector clave para la descarbonización.