Los países se encontraban en un punto muerto sobre cómo financiar la conservación de la naturaleza y otras decisiones clave mientras la cumbre sobre biodiversidad COP16 de la ONU entraba este lunes en su segunda semana en Cali, Colombia.
Con la naturaleza en un declive sin precedentes y las especies extinguiéndose más rápido que nunca, los científicos advirtieron a los gobiernos del mundo que no hay tiempo que perder.
A día de hoy, aproximadamente el 38% de las especies arbóreas del mundo -un total de 16.425 especies- se encuentran en peligro de extinción debido a la tala de madera y a los desmontes para dejar paso a la agricultura, la minería, la construcción de carreteras y otros esfuerzos de desarrollo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales (UICN).
“Necesitamos tomar medidas urgentes (…) si realmente queremos mantener vivas estas (especies de) árboles”, dijo la directora de la UICN, Grethel Aguilar, en una rueda de prensa en Cali.
La cumbre, que marca la 16ª reunión de las partes en el Convenio de la ONU sobre la Diversidad Biológica (CDB), tiene la tarea de averiguar cómo poner en práctica 23 objetivos esbozados en el Marco Mundial de la Biodiversidad de Kunming-Montreal de 2022, destinado a detener y revertir la pérdida de naturaleza para 2030.
El principal de esos objetivos es que cada país del mundo destine el 30% de su territorio terrestre y marino a la conservación, una meta conocida como el objetivo 30 por 30.
Para el final de la cumbre, el viernes, los negociadores y observadores esperan lograr avances en una serie de cuestiones relacionadas con la financiación, el material genético, la representación indígena y la política de conservación.
“Las discusiones van bien, pero es una agenda muy cargada”, declaró David Ainsworth, portavoz de la secretaría.
Aunque la intensidad de estas discusiones muestra el compromiso de los países, también es en algunos casos un signo “de un nivel relativamente bajo de confianza” entre ellos, dijo Ainsworth. “Tienen mucho trabajo que hacer esta semana”.
De momento, los delegados están cerca de acordar una medida para reconocer e incluir a los grupos indígenas en la toma de decisiones sobre biodiversidad, incluso con una nueva presencia permanente de estos grupos dentro del proceso oficial del CDB de la ONU.
Pero muchos están pendientes de que la COP16 ofrezca opciones sólidas para financiar la conservación como medida del éxito de la cumbre.
Las conversaciones de la cumbre sobre cómo movilizar los miles de millones de dólares necesarios para detener la pérdida de biodiversidad esta década se atascaron el lunes, mientras los delegados de los países debatían si debería crearse un fondo adicional para gestionar esta financiación.