El Papa Francisco condenó el domingo el asesinato la semana pasada de un activista medioambiental en Honduras que había protestado contraproyectos mineros e hidroeléctrico para intentar proteger los bosques y ríos tropicales.
Juan López fue asesinado a tiros por varios hombres cuando se dirigía a casa en su coche desde la iglesia, dijo un funcionario a Reuters, hablando bajo condición de anonimato.
López pertenecía al Comité Municipal para la Defensa de los Bienes Públicos, una organización ecologista de la ciudad de Tocoa, cerca de la costa atlántica del país, y también era miembro activo de la iglesia local.
El grupo había sufrido amenazas y acoso durante años en su lucha por preservar los ríos Guapinol y San Pedro de una operación de una minera de extracción de óxido de hierro, y en los últimos años contra la instalación de una generadora de energía eléctrica en una zona protegida denominada Carlos Escaleras.
“Me uno al luto de esa iglesia y a la condena de toda forma de violencia”, dijo Francisco al final de su mensaje del Ángelus en el Vaticano.
“Estoy con quienes ven pisoteados sus derechos fundamentales y con quienes actúan por el bien común en respuesta a los gritos de los pobres”, añadió.
El Papa se ha pronunciado repetidamente sobre cuestiones medioambientales, afirmando el mes pasado que la Tierra está enferma e instando a la gente a hacer más para protegerla.
A nivel mundial, 196 ambientalistas y activistas de la tierra fueron asesinados en 2023, precisó Global Witness en un informe anual difundido recientemente, con América Latina encabezando abrumadoramente la lista con el 85% de los asesinatos. En Honduras hubo 18 asesinatos el año pasado, reseña el documento.
