Al primero de agosto, el saldo de las RIN (Reservas Internacionales Netas) se ubicó en 6.889 millones de dólares, menor en $666.3 millones al observado al cierre de 2023, confirmó el Banco Central de Honduras (BCH).
La reducción de reservas coincide con una mayor demanda de divisas y menor ingreso de remesas familiares.
El Banco Central explica que la caída de 666 millones de dólares se debe principalmente por la venta directa de divisas para importación de combustibles en $811.8 millones y por pago de servicio de deuda externa pública en $699.7 millones, compensados por compra neta de divisas en $483 millones y desembolsos (de préstamos externos) por $342.5 millones.
Al mismo tiempo, agrega el informe, el egreso de divisas fue de $10.714 millones (menor en 0,2% en comparación a la misma fecha del año previo); mientras que, el ingreso de divisas de los agentes cambiarios ascendió a $10,323.6 millones, inferior en 2,2% al monto observado en la misma fecha del año anterior.
Para Santiago Herrera, gerente de Política Económica del COHEP, la demanda de divisas siempre crece en estos meses porque los comercios, para poder hacer sus pedidos internacionales, compras en el exterior para inventariarse y estar preparados para las ventas de fin de año.
Señaló que la caída de las exportaciones de 3,6%, afectará las reservas y el aumento del BCH de la tasa de política monetaria (de 3% a 4%), podría ser insuficiente para reducir la demanda.
“Si van a aumentar o no las reservas, una pregunta clave es si las exportaciones siguen cayendo ya que son una fuente de divisas directo. Segundo, el ritmo de las remesas está bajando, se está desacelerando, mientras en el 2022 crecían al 22%, en el 2023 crecieron al 5,8% y en el 2024 están creciendo menos del 4%”, apuntó.
Por el otro lado, estimó, el hecho de que todavía no se tenga el visto bueno para el primer informe del Fondo Monetario Internacional, que implicaría desembolsos de $118 millones, y la perspectiva del segundo informe, hacen presumir que puede, en el corto plazo, afectar las relaciones con otros operantes que también tienen operaciones de crédito pendientes de desembolso.
La capacidad de ejecución del gobierno es clave para tener aprobación del FMI. “Si el gobierno ejecuta rápido, pueda que desembolse rápido, pero si no lo hace, pues presumimos que va a haber mayor presión sobre la demanda en la subasta de divisas del Banco Central”, concluyó.