JetBlue Airways inicio una venta de bonos y préstamos por $2.750 millones respaldada por su programa de lealtad, ya que la aerolínea busca aumentar sus reservas y financiar propósitos corporativos generales. Sin embargo, la acción provocó que Moody’s Ratings degradara a la aerolínea un nivel más en territorio de basura a B3.
Moody’s, considera que la restauración de la ganancia operativa y el flujo de caja “a niveles que conducirían a métricas de crédito materialmente más fuertes requerirá varios años”. Minutos después, S&P Global Ratings redujo a JetBlue un paso a B-, diciendo que el plan de deuda y un pronóstico debilitado “debilitan considerablemente las métricas de crédito”.
Las acciones cayeron hasta 19% este lunes, ya que la aerolínea dijo que planea vender al menos $400 millones de notas convertibles de cinco años para recomprar algunas de sus convertibles vencidas en 2026. El cupón que se ofrece es del 2% al 2,5%, según personas familiarizadas con la situación.
JetBlue busca vender $1.500 millones de bonos de siete años que pueden ser llamados en tres años y un préstamo a plazo de cinco años por $1.250 millones, dijo la empresa en un comunicado. Las llamadas a los inversores para ambos tratos estaban programadas para esta mañana, y se espera que los dos tratos se precien mañana martes.
La aerolínea con sede en Long Island City, Nueva York, tiene alrededor de $11.000 millones de activos no gravados que podrían ser utilizados para nueva financiación, dijo la directora financiera Ursula Hurley durante una llamada de ganancias en julio. El programa de lealtad de JetBlue representa aproximadamente la mitad de esa cantidad, agregó.
Utilizar un programa de lealtad como garantía es una táctica popular para las aerolíneas. Delta Air Lines Inc. y United Airlines Holdings Inc. fueron entre los prestatarios que comprometieron sus programas de lealtad como garantía cuando la pandemia de Covid-19 restringió los viajes.
JetBlue anunció el mes pasado planes para retirarse de 15 ciudades y retrasó las entregas de aviones nuevos por valor de $3 mil millones hasta 2030 y más allá. Los movimientos son parte del plan amplio de la nueva directora ejecutiva Joanna Geraghty para revampar las operaciones ante costos persistentemente altos y perspectivas de crecimiento disminuidas después de la ruptura de dos sociedades.
La aerolínea está pivotando para enfocarse más en clientes de ocio en Nueva York, Nueva Inglaterra, Florida y Puerto Rico, áreas donde históricamente ha tenido operaciones fuertes. JetBlue ha cortado más de 50 rutas para recortar vuelos no rentables.