Las peticiones iniciales de subsidio por desempleo en Estados Unidos alcanzaron la semana pasada un total de 233.000 solicitudes, cifra que supone un descenso respecto de las 250.000 demandas del dato anterior y el menor número desde hace un mes, lo que alivia la presión sobre la Reserva Federal ppara actuar ante un enfriamiento del mercado laboral más brusco de lo esperado.
Asimismo, la media móvil de las últimas cuatro semanas fue de 240.750 peticiones de subsidio por desempleo, lo que representa un aumento de 2.500 demandas con respecto al promedio revisado de la semana anterior. De su lado, el número de perceptores algún tipo de prestación por desempleo sumaron en la última semana de julio un total de 1,87 millones de beneficiarios, lo que supone un incremento de 6.000 personas en siete días y el nivel más alto de desempleo asegurado desde el 27 de noviembre de 2021.
La tensión en los mercados subió de forma significativa, después de que la cifra de peticiones de subsidio por desempleo de la semana pasada escalara a 250.000 solicitudes, la más alta en un año, alimentando el temor a que el mercado laboral estadounidense se estuviera debilitando más rapidamente de lo previsto por el banco central.
De hecho, un día después el Departamento de Trabajo de EE UU informó de que el país generó 114.000 nuevos puestos de trabajo no agrícolas durante el pasado mes de julio, una cifra muy inferior a los 179.000 creados en junio, mientras que la tasa de paro subió dos décimas, hasta el 4,3%, lo que llevó a varios analistas a elevar la apuesta por la entrada en recesión de la economía, forzando una intervención más agresiva de la Fed.
“Hasta ahora, no creemos que el mercado laboral esté lo suficientemente débil como para justificar un recorte de tasas de más de 25 puntos básicos”, ha explicado de cara a la reunión del próximo mes de septiembre Nancy Vanden Houten, economista principal para EE.UU. de la consultora Oxford Economics.
La experta señala que los datos de solicitudes de subsidio por desempleo de las últimas semanas han estado sujetos a una variedad de factores especiales, incluidos los cierres de las plantas automotrices en verano y el impacto del huracán Beryl, que contribuyeron a un aumento de las peticiones en Texas a mediados de julio, aunque la tendencia al alza en los beneficiarios de prestaciones por desempleo “es consistente con un mercado laboral donde los empleadores están reduciendo la contratación”.