La calificadora de riesgo S&P Global recortó la calificación crediticia de Ucrania a impago “selectivo”, después de que el país devastado por la guerra incumpliera esta semana el pago de un bono internacional mientras da los últimos toques a una importante reestructuración de su deuda.
Aunque el pago de 34 millones de dólares aún se encuentra en su “periodo de gracia”, S&P afirmó que había pocas posibilidades de que se realizara teniendo en cuenta que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, ha firmado ahora una ley que permite detener los pagos de la deuda mientras completa su reestructuración.
“No esperamos el pago dentro del periodo de gracia contractual del bono de 10 días hábiles”, dijo la agencia de calificación, añadiendo que los bonos del país bajarían a ‘D’ por impago total una vez que se lleve a cabo la reestructuración.
Sin embargo, no se espera que dure mucho. “Cuando la reestructuración de la deuda comercial en divisas surta efecto, podríamos dar por curado el impago y elevar la calificación”, dijo S&P.
“Tendemos a calificar a la mayoría de los soberanos que salen de un impago en las categorías ‘CCC’ o ‘B’, dependiendo de los factores crediticios posteriores al impago, incluidas las nuevas condiciones de la deuda pública”.
Antes de la invasión rusa de 2022, S&P tenía una calificación B para Ucrania.
Sin embargo, los costes de la guerra han hecho que el ratio deuda/PIB de Kiev se dispare de alrededor del 60% a bastante más del 80%. El Fondo Monetario Internacional predice que casi habría alcanzado el 100% el próximo año sin una reestructuración. Quiere que la reestructuración ayude a situarlo en el 82% para 2028.
Sin embargo, la reestructuración sólo afectará a sus bonos internacionales, que representan algo menos de 22.000 millones de dólares -menos del 15%- de una carga de deuda global de más de 140.000 millones de dólares.
La rebaja de S&P no incluyó la calificación CCC+ de la deuda ucraniana en “moneda local”, que cubre su considerable pila de bonos denominados en hryvnia frente a los denominados en dólares.
La deuda denominada en hryvnia está principalmente en manos del banco central de Ucrania y de sus bancos nacionales, la mitad de los cuales son de propiedad estatal.
Un impago de esas obligaciones “amplificaría las dificultades del sector bancario”, advirtió S&P, aumentando la probabilidad de que el gobierno tenga que inyectar dinero en los bancos, lo que “limitaría los beneficios del alivio de la deuda”.