La actividad en la industria manufacturera de China se mantuvo en terreno de contracción por tercer mes consecutivo en julio, según datos oficiales divulgados este miércoles por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) del país asiático.
El índice gerente de compras (PMI, indicador de referencia del sector) se situó en 49,4 puntos, una lectura 0,1 unidades inferior a la del mes anterior aunque ligeramente mejor que la esperada por los analistas, cuyo pronóstico se situaba en un 49,3.
En este indicador, una marca por encima del umbral de los 50 enteros supone un crecimiento de la actividad en el sector en comparación con el mes anterior, mientras que una por debajo representa una contracción.
De los cinco subíndices que componen el PMI manufacturero, el único que resistió en el área de expansión fue el de producción, mientras que los de nuevos pedidos -clave para medir la demanda-, inventario de materias primas, empleo y plazos de entrega quedaron todos por debajo del umbral de los 50 puntos.
El estadístico de la ONE Zhao Qinghe achaca la bajada del PMI a la temporada baja de verano, una demanda insuficiente en los mercados o factores meteorológicos extremos como altas temperaturas o inundaciones en zonas que afectaron a la producción y las operaciones de las empresas industriales.
La ONE también publicó este miércoles su PMI del sector no manufacturero, que mide la actividad en los sectores de servicios y construcción y que bajó de las 50,5 a las 50,2 unidades para registrar de nuevo su punto más bajo en lo que va de año, igualando el de noviembre de 2023 como peor marca desde finales de 2022, cuando el país afrontaba los últimos coletazos de la política nacional de ‘cero covid’.
La actividad en la construcción pasó de los 52,3 a los 51,2 puntos, y la del sector servicios, de los 50,2 a los 50.
El PMI compuesto, que aúna la evolución de las industrias manufactureras y las no manufactureras, bajó desde los 50,5 puntos de junio a los 50,2 en julio, lo que supone su lectura más baja desde diciembre de 2022.