Las ventas de viviendas nuevas en Estados Unidos cayeron en mayo debido a que los precios elevados y las tasas hipotecarias, que siguen siendo altas, mantuvieron alejados a los posibles compradores.
Las ventas de viviendas unifamiliares nuevas disminuyeron el mes pasado 11,3% a una tasa anual de 619.000, la más baja desde noviembre, según datos del Gobierno publicados el miércoles. La mediana de las estimaciones de los economistas encuestados por Bloomberg era de 633.000.
El ritmo de ventas se encuentra ahora en el extremo inferior del rango registrado durante el año pasado, lo que sugiere un impulso limitado en medio de una falta de asequibilidad. Las tasas hipotecarias cayeron por debajo de 7% a mediados de junio por primera vez desde finales de marzo, pero siguen siendo más del doble de los niveles registrados a fines de 2021.
Si bien los altos precios han ahuyentado a muchos compradores, un aumento en el inventario está contribuyendo a la asequibilidad al margen. El precio promedio de venta de una vivienda nueva disminuyó en mayo 0,9% respecto a igual período del año anterior, a US$417.400. Al mismo tiempo, la oferta de viviendas disponibles aumentó a 481.000, cifra que sigue siendo la más alta desde 2008.
Las grandes constructoras, como Lennar Corp. y KB Home, están intentando combatir el problema de la asequibilidad rebajando las tasas hipotecarias de los clientes u ofreciendo descuentos en los precios, y hasta ahora la estrategia ha mantenido llenas las carteras de pedidos de las constructoras. Ambas empresas han obtenido ganancias en sus segundos trimestres recién concluidos.
Datos recientes indican que la demanda global de vivienda está mejorando este mes. El índice de solicitudes de compra de vivienda de la Asociación de Banqueros Hipotecarios subió durante las tres últimas semanas hasta alcanzar el nivel más alto desde principios de febrero.
A largo plazo, EE UU sigue teniendo escasez de viviendas nuevas, según declaró la semana pasada el presidente de Lennar, Stuart Miller, en una conferencia sobre los resultados de la compañía, aduciendo “más de una década de subproducción”. Mientras tanto, la oferta de viviendas usadas sigue estando muy por debajo de los niveles anteriores a la pandemia, afectada por los altos costos de endeudamiento, que han disuadido a los vendedores de poner en venta sus propiedades.
