El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, recibió 45 años de condena en prisión y cinco de libertad supervisada, debido a cargos relacionados con el narcotráfico y el uso de armas para concretar sus planes de traficar drogas.
La sentencia del juez Kevin Castel, de la Corte del Distrito Sur de Manhattan, en Nueva York, Estados Unidos, fue sorpresiva para los analistas y fiscales que esperaban cadena perpétua.
“Te condeno a 45 años de prisión y 5 años de libertad supervisada,” declaró el juez Castel. Además, deberá cumplir con el pago de una multa de ocho millones de dólares.
En su razonamiento, Castel dijo que durante el juicio contra Hernández el jurado pudo ver las “dos caras” del político y que la la sentencia es un “mensaje para los narcotraficantes”.
En su mensaje final, Hernández acusó a las autoridades estadounidenses de aventarlo a “un río profundo con las manos atadas”, además de señalar que las acusaciones en su contra son falsas. “Luego se sabrá la verdad […]. Se está condenando a un inocente”, afirmó.
El 8 de marzo pasado, el exmandatario hondureño fue hallado culpable de enviar toneladas de cocaína a Estados Unidos a cambio de cuantiosos sobornos que impulsaron su carrera política, según los testimonios en la Corte de Distrito Sur de Nueva York.
Aunque Hernández –conocido también como “JOH”– se defendió y negó las acusaciones cuando rindió testimonio y durante su mensaje previo a la sentencia ante el juez Kevin Castel, sus esfuerzos fueron infructuosos y enfrentará prisión.
Previo a la sentencia, la defensa del exmandatario –el primer latinoamericano en ser sentenciado por narcotráfico en EE UU— buscó reducir la sentencia, además de solicitar la cancelación del juicio, pero el juez Castel descartó tales mociones.
Ahora Hernández y su equipo legal tienen la opción de presentar una apelación al proceso y la sentencia ante la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito.
Según las acusaciones, Hernández conspiró con narcotraficantes de Ecuador y México para transportar toneladas de cocaína a través de Honduras hacia Estados Unidos.
“Juan Orlando Hernández tuvo todas las oportunidades de ser una fuerza para el bien en su Honduras natal. En cambio, optó por abusar de su cargo y de su país para su propio beneficio personal y se asoció con algunas de las organizaciones narcotraficantes más grandes y violentas del mundo para transportar toneladas de cocaína a Estados Unidos”, dijo en su momento el fiscal de Distrito, Damian Williams.
Hernández enfrentó juicio en la misma corte donde fue juzgado y sentenciado su hermano Juan Antonio, conocido como Tony Hernández.
La extradición del expresidente ocurrió desde Tegucigalpa, Honduras, el 21 de abril de 2022, en medio de un intenso dispositivo de seguridad.
Durante el juicio, Hernández enfrentó varios testigos, incluido José Sánchez, el contador de uno de los socios del exmandatario, quien relató la estructura de corrupción de Hernández y lo conectó directamente con el narcotraficante Geovanny Fuentes Ramírez, también condenado en Estados Unidos por narcotráfico.
El nombre de Joaquín “El Chapo” Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa, también surgió durante el juicio a Hernández.
No se sabe a qué prisión será enviado a cumplir su sentencia, pero por lo pronto, el exmandatario de Honduras se encuentra en el Centro Correccional Metropolitano de Brooklyn.