La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo este domingo que el crecimiento económico de Estados Unidos se está desacelerando y reconoció que existe el riesgo de una recesión, pero indicó que una recesión no era inevitable.
La contratación en EE UU se mantuvo sólida en junio, con 372.000 puestos de trabajo creados y la tasa de desempleo manteniéndose en 3,6%. Fue el cuarto mes consecutivo de creación de empleos por encima de los 350.000.
“Esta no es una economía que está en recesión. Pero estamos en un período de transición en el que el crecimiento se está desacelerando y eso es necesario y apropiado”, dijo.
Aún así, los datos de la semana pasada sugirieron que el mercado laboral se estaba debilitando con nuevas solicitudes de beneficios por desempleo que alcanzaron su punto más alto en ocho meses.
Yellen manifestó que la inflación “es demasiado alta” y que las recientes subidas de tipos de la Fed estaban ayudando a controlar el aumento de los precios. Además, la administración Biden está vendiendo petróleo de la Reserva Estratégica de Petróleo, que según ella ya había ayudado a bajar los precios del gas.
“Hemos visto que los precios de la gasolina han bajado en las últimas semanas unos 50 centavos (un galón) y debería haber más en la tubería”, señaló.
La exdirectora de la Fed espera que el banco central pueda enfriar la economía lo suficiente como para hacer bajar los precios sin desencadenar una recesión económica generalizada.
El PIB de EE UU se contrajo a una tasa anual de 1,6% en el primer trimestre, y se espera que un informe del próximo jueves muestre una ganancia de solo 0,4% en el segundo trimestre, según economistas.
Yellen aseguró que, incluso si la cifra del segundo trimestre es negativa, no indicaría que se ha afianzado una recesión, dada la solidez del mercado laboral y la fuerte demanda. “La recesión es una debilidad generalizada en la economía. No lo estamos viendo ahora”.
Los economistas han definido tradicionalmente una recesión como dos trimestres consecutivos de contracción económica, pero el grupo privado que se considera el árbitro oficial de las recesiones en EE UU analiza una amplia gama de indicadores.