Con la entrada en vigencia de la acción ejecutiva propuesta por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden en la que se reforzará la política fronteriza en cuanto al paso diario de migrantes a suelo norteamericano. La medida pretende reducir el número de personas que atraviesan la frontera con México hasta 2.500 solicitudes diarias.
La acción emprendida consta de una reducción de las solicitudes de asilo de aquellas personas que crucen ilegalmente la frontera; durante el mandato de Biden se han alcanzado cifras máximas de 4.300 solicitudes diarias. Así mismo, la medida no se levantará hasta que la media de solicitudes sea de 1.500 durante al menos una semana.
Por otro lado, se presume que esta decisión podría obedecer a una estrategia del actual presidente para ganar electores, especialmente en los estados fronterizos y en aquellos de corte republicano, de cara a las elecciones de noviembre, tema fundamental en la carrera por la presidencia y que se aborda desde dos aristas: una restrictiva desde el ala republicana y otra más laxa del lado demócrata.
¿Cómo funcionará la acción?
Aunque se redujo la capacidad de los inmigrantes para solicitar asilo, aún se podrán realizar citas en los puntos fronterizos entre EE UU y México. Para dicho procedimiento, los migrantes deberán solicitar una cita en la app CBP One aunque solo se ofrecerán 1.400 citas al día.
Si un migrante cruza ilegalmente la frontera y pide no regresar a su país, se realizará un examen más riguroso para determinar si califica para un alivio de deportación temporal. De no aprobar la evaluación, el migrante será elegible para la deportación inmediata.
¿El legal la medida?
Aún no es claro si la acción es legal o no. Como antecedente, una medida similar tomada por Donald Trump en 2018 fue declarada ilegal por algunos tribunales federales al considerar que violaba la ley de inmigración que dicta que cualquier persona puede solicitar asilo en EE UU sin importar cómo llegó al territorio.
Sin embargo, la administración Biden explica que no asemeja con la medida de su antecesor en tanto que esta se puede activar o desactivar al contemplar exenciones por emergencias humanitarias.
La efectividad de la medida dependerá de la magnitud de la movilización de personal para detener y/o deportar migrantes ilegales, qué tanto se amplíe la capacidad en los centros de detención y la cooperación de México en el recibimiento de deportados.
Si el personal de autoridad migratorio no satisface el número de migrantes, la “fuga” de ellos se seguirá presentando. Por otro lado, si México definitivamente no acepta deportados de otros países (como ha anunciado hacerlo), el trámite de deportación tendrá más trabas y dará pie a que las autoridades migratorias de EE UU se vean obligadas a liberar a los migrantes en suelo norteamericano y que se incentive -involuntariamente- a que más personas crucen ilegalmente la frontera.