En casi cinco meses la caída es de 509.9 millones de dólares, según datos del Banco Central
La caída de las reservas internacionales netas (RIN) del país sigue imparable y podría poner en riesgo la estabilidad del tipo de cambio, el respaldo ante crisis externas y el Acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Y es que las reservas netas bajaron este miércoles a “7.046 millones de dólares”, y cubren 4.5 meses de importaciones. El año pasado el FMI desembolsó 118 millones de dólares, al BCH como parte del Acuerdo.
Dicho Acuerdo estimaba una cobertura de al menos cinco meses de importaciones de bienes y servicios, y un monto mayor de reservas al cierre del año.
Según los datos del Banco Central de Honduras (BCH), de enero al 21 de mayo, las reservas internacionales han caído “509.9 millones de dólares”, en relación a diciembre de 2023 de 7.555 millones que cubrían cinco meses de importaciones.
Aunque el BCH señala que la cobertura de reservas se mantiene dentro de las metas del Programa Monetario (entre 4 y 5 meses), y sobre el estándar internacionales (tres meses), los analistas advierten que la baja de las RIN presiona al mercado cambiario y a la economía en general.
Hay que destacar que las reservas internacionales netas registraron un saldo de “USD8,025.7 millones al 10 de mayo 2023”, denotando una cobertura de 5.33 meses para importaciones de bienes y servicios“, señalaba el BCH.
Entonces la caída interanual al 21 de mayo, es de casi mil millones de dólares
Según el Acuerdo con el FMI, aprobado en septiembre del año pasado, las reservas deberían cerrar el 2024 en alrededor de los 8.000 millones de dólares y 8.100 millones en 2025.
Las metas macroeconómicas del acuerdo con el FMI
Aunque el FMI se ha mostrado flexible a la política monetaria del gobierno, basado en el alto nivel de pago del servicio de deuda del país, el comunicado del Personal del FMI que revisó el Artículo IV a Honduras en 2023, recomiendó una mayor coherencia de las políticas monetaria y cambiaria para proteger las reservas.
“Sigue siendo esencial mantener una gestión fiscal prudente y políticas fiscales estructurales de apoyo a fin de crear margen de maniobra para satisfacer las importantes necesidades de gasto social e inversión, preservando a la vez la sostenibilidad de la deuda. Una mayor coherencia de las políticas monetaria y cambiaria respaldaría la desinflación, reduciría las presiones sobre el tipo de cambio y protegería las reservas“, señala el exto.