La OPEP ha dejado este martes de publicar los cálculos de demanda de su propio petróleo por separado para ofrecer los de la alianza que mantiene desde 2016 con otros países productores, liderados por Rusia, y que espera suponga en 2024 y 2025 el 41% del consumo total del planeta.
En su informe sobre el mercado de petróleo de mayo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) asegura que ese cambio no sólo muestra la “solidaridad y unidad” dentro del grupo conocido como OPEP+, sino que “ayudará a eliminar malentendidos e interpretaciones erróneas”.
En ese informe se señala que la demanda de los países que participan en la Declaración de Cooperación (DoC), el nombre oficial de la OPEP+, será en 2024 de 43.2 millones de barriles al día (mbd), un 2% más que el año pasado.
Esa cantidad equivale al 41.3% de toda la demanda mundial de crudo para este año, que la OPEP estima en 104,5 mbd, sin cambios respecto a su previsión del mes pasado.
Para 2025, el mercado requerirá de los doce países de la OPEP y sus diez socios, entre ellos Rusia y México, 44 mbd diarios, o lo que es lo mismo el 41,4 % de la demanda mundial de 106,31 mbd prevista para ese año.
La cuota de mercado de la OPEP por sí misma ha ido bajando en los últimos años y se estima que es ahora del 27%.
Entre los países de la DoC, Rusia y Arabia Saudí lideran la producción, con cifras de bombeo en abril de 9, 3 y 9 mbd respectivamente el pasado mes de abril.
EE UU, fuera de la alianza, es el mayor productor del mundo, con casi 21 mbd durante el primer trimestre del año, equivalente al 20% de la demanda mundial en ese periodo.
En el análisis de la OPEP de demanda por países, Estados Unidos se mantiene como el principal consumidor mundial de crudo en 2024 y 2025.
China, por su parte, lidera el crecimiento del consumo, y en 2024 quemará un 4,4% más petróleo que el año pasado. Ese aumento se reduce al 2,2 el año que viene.
Con todo, para 2025 China e India consumirán juntas el 21% de toda la oferta mundial, por encima de EE UU y mucho más que los países ricos de Europa, en los que el consumo sigue creciendo marginalmente.